Crecer o no crecer. Es una decisión que puede traer muchas ventajas, pero también riesgos para la empresa; sin embargo, el emprendedor que no crece y se conforma está casi predestinándose a desaparecer, al menos en eso coinciden varios especialistas sobre el tema.

En México, son muchas las razones por las que las empresas mexicanas no crecen. Entre ellas, la de tener que formalizarse —el costo de hacer una compañía es nuestro país es muy alto— o la falta de acceso al financiamiento, según encontró el estudio el estudio Construcción, generación y análisis de indicadores para medir el estado y la evolución del sistema emprendedor en México, realizado por Fundación Idea como parte de la puesta en marcha del Observatorio Nacional del Emprendedor.

Si bien es difícil hacerlo, en este tema de crecimiento el peor enemigo del emprendedor es la zona de confort. “Decir hasta aquí llegué, no me quiero complicar más la vida, con lo que tengo me alcanza es lo peor que puede hacer un emprendedor”, sostiene Vincent Speranza, director de operaciones de Endeavor.

De hecho, los especialistas coinciden en que la visión de crecimiento es una de las características de un verdadero emprendedor y que incluso si el expandirse debe ser un planteamiento necesario. “Si no es una empresa que se esté planteando crecer, es una empresa que se debe prepararse para perecer”, sostiene Enrique Alcázar, director general de la consultoría Alcázar y Compañía.

¿Cuándo?

Hay distintos modelos por el cual el emprendedor puede desarrollar más su negocio, ya sea con recursos propios, financiamiento, participación de inversionistas o permitir coinversión en su empresa para tener recursos suficientes para la expansión. Lo importante es que tener una planeación detallada, una evaluación de riesgos y de costo-beneficio, explica Alcázar.

Las empresas pueden tener crecimientos orgánicos o naturales o se pueden expandir de forma acelerada gracias a la elaboración de un plan para ello. Sin embargo, cuando se detecta una nueva oportunidad de mercado, viene esa disyuntiva de expandirse o no.

Una de las señales que le dicen al oído al emprendedor que es un buen momento para crecer es precisamente cuando el mercado muestra una oportunidad desatendida que el negocio podría atacar, sin embargo, hay muchos factores involucrados en esta decisión.

“La decisión tiene mucho que ver hacia dentro. ¿Cuento con el talento correcto para llevar esta empresa al siguiente nivel? ¿Tengo los recursos financieros para hacerlo? La oportunidad la ves hacia fuera y la capacidad la ves hacia dentro”, explica Speranza.

Hay aspectos fundamentales sobre los que se sostiene el crecimiento de una empresa. El primero, es el financiero; el segundo el relacionado con el capital humano. Es decir, para crecer se necesita dinero y el equipo correcto para hacerlo porque éste te va a ayudar a llegar a donde quieres. En cuanto a éste último, se necesita tenerlo primero, antes de expandirse, no a la inversa, aunque es común quererlo hacer al revés.

“El emprendedor tiene que ser lo suficientemente sofisticado para contratar al personal correcto porque de lo contrario, no hay manera de que llegues al siguiente nivel”, explica Vincent.

De igual manera, el dinero es una parte esencial para lograrlo, porque la realidad es que crecer suele conllevar la inversión de muchos recursos. Cabe señalar que aquí es donde muchos emprendedores se topan con escenarios complicados, sobre todo cuando se encuentran en etapas en las que ya han superado el punto de equilibrio.

Acceder a capital semilla o de riesgo, que es el necesario para consolidarse es “relativamente fácil”, sin embargo, el problema viene en la etapa siguiente, según explica el estudio realizado por Fundación Idea. “Para aquellas empresas que requieren financiamiento para crecer y que buscan montos más altos que los otorgados por el capital semilla o con menos inseguridad que los de capital de riesgo, se encuentran con dificultad para encontrar inversionistas”, sostiene.

El pilar esencial de este crecimiento serán los recursos, ya que tener dinero te va a permitir tener tanto al personal adecuado como la tecnología necesaria para la expansión, así que uno de los consejos es que comenzar a trabajar este aspecto con suficiente anticipación, ya sea que se busque contratar un crédito bancario –lo que puede tornarse difícil debido a las limitaciones de los análisis de riesgo realizados por los bancos y al costo de las tasas de interés que cobran– o de acercarse a los fondos de inversión o con inversionistas que puedan ayudar a cubrir estos recursos.

En este último caso, por supuesto se tendrá que desarrollar un plan detallado que explique qué se necesita y a dónde se quiere llegar.

“Ante ellos tendrás que presentar el plan de crecimiento, decirles dónde estás hoy, cuál es tu meta en 18 meses, por ejemplo, y para ello tienes planeado reclutar un director nuevo y conseguir la tecnología para ganar este nuevo mercado. Lo primero que vas a pedir es el financiamiento que te va a ayudar a conseguir lo demás”, explica Speranza.

Es necesario hacer énfasis en la importancia de los recursos humanos para esta organización a punto de crecer. Es común entre los emprendedores escatimar recursos en la contratación de personal calificado o desconfiar de personas externas más preparadas; sin embargo, si no se cuenta con este talento al interior será difícil lograr la expansión. No hay que temer de que los nuevos colaboradores tengan más capacidades que el empresario, al final, se buscan mejoras al interior.

Inteligencia de negocios

Otro pilar de este crecimiento será la innovación y la tecnología. “Si no planteas tu modelo de negocio con una base de apoyo tecnológico estás siendo obsoleto”, explica Alcázar.

Ya sea en control de inventarios, manejo de personal, indicadores, procesamiento de nómina, y en general todo lo que tiene que ver con la información para contar con una mejor toma de decisiones dentro de la empresa (inteligencia de negocios) tiene que ser apoyado por la tecnología.

Se tiene que tomar en cuenta que así como puede traer beneficios, una expansión trae riesgos que tiene que contemplar el emprendedor. “Cuando te aventuras a un nuevo mercado siempre implica un riesgo, una distracción de recursos, que el propio emprendedor esté concentrado en otras cosas, pero si eres emprendedor piensa en grande”, explica Vincent.

El crecer requiere que la empresa tenga bien puestos los cimientos en distintos aspectos.

El primero tiene que ver con la estructura y lo bien que está establecido todo lo relacionado con el gobierno corporativo y la toma de decisiones en la compañía.

El segundo tiene que ver con tu rentabilidad: para crecer necesitas tener salud financiera. “Tienes que ver tus ventas, costos, valor de tus intangibles y de tus activos físicos”, explica el especialista. Y el tercero está relacionado con hacia dónde y cómo vas a crecer, porque necesitas hacer un análisis de si hay suficiente mercado que justifique tu expansión.

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