El impuesto a bebidas azucaradas, de un peso por litro a partir del 1 de enero de 2014, ha propiciado que la industria refresquera en México mantenga un rezago en sus inversiones.

El sector estima que concluirá 2014 con una reducción de entre 3% y 5% tanto en sus ingresos como en su volumen, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), Emilio Herrera.

En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que la industria analiza sus ajustes en empleos y ritmos de crecimiento, pero por ahora considera que la medida, cuyo objetivo era el de reducir la obesidad en el país, es un fracaso, ya que sólo ha habido un traslado en el consumo.

El representante de empresas como Coca Cola y Pepsi comentó que el impacto del impuesto irá a la baja el resto del año, pero anticipó que la Secretaría de Hacienda recabará más de 12 mil 500 millones de pesos por el nuevo gravamen.

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