Si la primera impresión es la que cuenta, entonces debes de poner todo tu empeño para que el primer vistazo sea el que haga la diferencia entre la aceptación o el rechazo.

Tu imagen y apariencia son importantes al hacer negocios, no importa el giro en el que te desenvuelvas, y sin importar si eres ejecutivo o te dedicas a algo más relacionado con la creatividad.

“La primera impresión es muy importante en los negocios porque no siempre tienes una segunda oportunidad de encontrarte con las personas para impactar positivamente. Muchos emprendedores y empresarios se confunden y piensan que van a tener 10 citas por lo menos con el cliente y que les compre, cuando sólo se podrá tener una primera y única oportunidad”, explica David Navarro, consultor en imagen y director de Imagen Excellence.

Por ello, tienes que estar consciente de que a partir de ahora es necesario que hagas tiros de precisión para no quedar mal.

La apariencia es una parte de lo que se ha denominado branding personal, que es la manera en la que te proyectas ante los demás, no sólo a través de tu ropa sino con actitudes y valores.

Construir una buen branding exige congruencia con lo que se dice y se hace; honestidad consigo mismo y con los otros; empatía con los sentimientos de los demás y confianza, un sentimiento que es necesario generar para que el resto pueda tomarte en cuenta.

Digamos que tienes que identificar qué es lo que haces bien —que forzosamente no tiene que ver con tu profesión— y aderezarlo con todos estos valores.

Si no tomas en cuenta que cada día construyes una marca a través de tus actitudes y valores proyectados al mundo, de nada sirve que te vistas de acuerdo con los cánones que dicta la moda.

Ana Vásquez Colmenares, especialista en branding personal, imagen y reputación, coincide con esto y explica que la imagen y la apariencia es una de las cuatro partes que constituyen el branding personal.

El resto es el carácter y personalidad; las herramientas adquiridas como idiomas y estudios, por ejemplo y la tercera son aquellas aptitudes sociales como la empatía y la consideración con el resto.

“La imagen y la apariencia, el cómo te perciben los demás, es muy importante pero sólo es uno de los cuatro aspectos del branding personal”, asegura.

Quizá dos de los muchos aspectos a cuidar aquí sea la pulcritud y la congruencia.

La pulcritud va mucho más allá de un obvio “báñate”, sino que tiene que estar presente en todos los aspectos de tu imagen, en el rostro, dientes, manos y en la ropa, asegura David. Esto sobre todo, suele fallar en los hombres. “Muchas veces ellos le dan más importancia a lo verbal y al producto que va a vender y no se da cuenta que él es una extensión de su producto y de su empresa”, explica el especialista.

El otro aspecto, la congruencia, tiene que ver con toda tu imagen. Es decir, independientemente del estilo que hayas escogido, todos los accesorios y las prendas tienen que ser consistentes con éste.

Más allá de si eres ejecutivo o no, hay ciertos aspectos que no debes descuidar nunca si quieres ofrecer una buena apariencia.

CABELLO. Es la parte del cuerpo que enmarca el rostro, por lo que ésta debe de estar bien cuidada. Si eres hombre, es recomendable que cada tres semanas vayas a la peluquería, ya que la falta de corte de cabello es visible en la nuca y en las patillas. Ojo, el exceso de gel puede detonar poco profesionalismo.

Si eres mujer, debes de traer el cabello peinado. Si te lo tiñes, retoca las raíces de manera periódica. No hay pretextos, al escoger un corte de cabello hazlo por su practicidad y no por su estética, ya que luego te costará más peinarlo. Todo esto lo aconseja David Navarro.

UÑAS. Aunque seas hombre, deben de estar cortadas, limpias, con manicure si es posible. Para las mujeres es recomendable no utilizar colores llamativos ni tampoco un largo excesivo, según señala la guía de la University of Texas.

ZAPATOS. Aquí está 50% de la elegancia y es común olvidarlos porque es lo que se encuentra más lejano de la cara, explica Navarro. Por supuesto, tienen que estar limpios y boleados. Si eres hombre y usas traje completo, tus zapatos deben de llevar agujeta. Si no traes corbata, usa zapatos mocasines de piel, no de gamuza.

Si eres mujer, cuidado con que los zapatos no vayan conforme la ocasión, independientemente de si vas vestida ejecutiva o casual. No se vale utilizar sandalias abiertas con traje sastre. “Las zapatillas cerradas proyectan poder y liderazgo en los negocios”, recuerda el especialista.

PERFUME O LOCIÓN. Usa sólo un poco de fragancia para no incomodar a tus interlocutores. Cuida que la ropa no huela a cigarro, recomienda el manual universitario.

PIEL. Entre menos piel enseñes, más formalidad vas a proyectar, seas hombre o mujer, recomiendan varias fuentes.

Las mujeres ocasionalmente debilitan su proyección profesional al utilizar faldas muy cortas o escotes muy pronunciados.

Los hombres lo hacen al tener la manga muy corta o los botones de la camisa desabrochados.

“La belleza y juventud se acaban rápido pero los idiomas y las capacidades tienen mayor valor en el largo plazo y como el trabajo es una actividad de este tipo, hay que apostarle a los atributos de marca de largo plazo”, explica Ana Vásquez.

TALLA. Ya seas hombre o mujer, la ropa debe de quedarte a la medida. Según Navarro, son los hombres los que más lo descuidan, ya que no suelen probarse la ropa y piensan erróneamente: “¿Qué tan mal puede quedarme una camisa?”.

Si eres hombre, esta prenda es la más importante de tu atuendo, así que no deben de sobrarte metros de tela de ningún lado, ni debes estar próximo a dar el botonazo.

Si eres mujer, cuidado con las mangas de los sacos, éstas no deben de quedarte demasiado largas, ya que parecerá que te queda grande y desajustará en tus hombros.

MAQUILLAJE. Éste también debe de ir acorde con la ocasión. La recomendación de todos los especialistas es que tienda a verse natural y que evites en la boca los colores muy chillantes.

PIERCINGS Y TATUAJES. Sólo intenta que no se vean demasiado, ya que esto puede distraer la atención de tus interlocutores.

ACCESORIOS. Si eres mujer, éstos deben ser sumamente discretos, por ejemplo, los aretes no deben de ser largos y de preferencia de oro o plata. Ya no es necesario que la bolsa sea del mismo color que los zapatos sin embargo, sí deben de ir en la misma sintonía.

“Son dos de los accesorios más poderosos en la imagen femenina y lo que debe coordinarse es que si el zapato que escogiste es ejecutivo, tu bolsa lo debe ser también. Las bolsas sin detalles y de colores oscuros van a proyectar poder”, explica Navarro.

Si eres hombre, nada de collares, si llevas anillos, que sea uno por mano o solamente el de matrimonio y evita los arillos que se ponen en el dedo pulgar.

¿EJECUTIVO?

Hay tres tipos de atuendo posibles: Profesional de negocios, casual de negocios y casual.

El primero es para situaciones formales como una junta. En segundo existe un poco más de libertad y es posible utilizar chamarras y colores más claros. La última se utiliza en eventos extracurriculares. Un tip para éste último: estando en la oficina se tendría que ver bien.

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