Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, afirmó que la depreciación del tipo de cambio no ha contaminado de manera generalizada los precios al consumidor, pero advirtió que actuará en caso de que llegue a impactar las expectativas inflacionarias y cuando la Reserva Federal suba las tasas de interés.

“Tomaremos las medidas correspondientes, también cuando el Fed (Reserva Federal EU) tome sus acciones, y por el otro lado junto con la Comisión de Cambios también tenemos los instrumentos para actuar cuando haya una dinámica perversa que realmente aumente mucho la volatilidad del tipo de cambio”, aseguró.

En entrevista en Radio Fórmula, dijo que las autoridades estarán pendientes del comportamiento de la paridad cambiaria, pero afirmó que, si bien hay asignaciones de recursos a favor del dólar, no es un movimiento de rechazo específico de nuestra moneda porque son ajustes de posiciones de corto plazo que buscaban rendimientos en menos tiempo.

Carstens destacó que estamos en proceso de enfrentar un “periodo turbulento” asociado a las acciones de la Fed; sin embargo, consideró que nos favorecerá a la postre porque estaría apretando su política monetaria al ver que ya se tiene una actividad más vibrante que beneficiará al peso.

Señaló que el tipo de cambio está respondiendo en parte a las expectativas de la política monetaria, la caída de los precios del petróleo y al anuncio de Irán de que puede ofrecer crudo, lo que está afectando las cotizaciones de las mezclas.

No obstante, Carstens aseguró que eventualmente esos factores, tenderán a estabilizarse.

Al referirse a la inflación que ayer dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, hizo ver que suman varias quincenas que se coloca por debajo de 3% y estimó que terminará el año en ese nivel.

Reconoció que los precios de productos como electrodomésticos, computadoras y otros bienes durables han sido impactados por la depreciación del peso, pero que se han compensado con la baja de otros.

Pero lo resaltable, según Agustín Carstens, es el hecho de que no ha “contaminado” otros precios diferentes como los alimentos procesados.

“La clave radica en que la depreciación del tipo de cambio no ha desanclado a las expectativas de inflación, lo cual corresponde a la credibilidad que tiene la política monetaria y que obviamente hay una institución dentro del Estado que es el Banco de México que tiene la encomienda de mantener la inflación baja y estable”, expuso.

Esto quiere decir, matizó, que estamos empezando a ver que la inflación “se está desanclando y estaríamos actuando para que su trayectoria siga dentro del objetivo”.

Los precios de los servicios turísticos no están creciendo tanto como en años anteriores y los automóviles de 2015 se están vendiendo a mitad de año más baratos porque comienza la promoción de los nuevos modelos de 2016, subrayó.

“Estamos satisfechos porque esto atestigua fielmente que se está cumpliendo con el objetico de inflación del banco, porque no sólo se está moviendo en un escenario de entre 3 y 4% sino incluso estamos por debajo de 3% en un escenario de tasas de interés bajas” apuntó.

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