Un error común entre los dueños de negocio es descuidar su imagen. El problema es que, sin saberlo, transmiten un mensaje negativo frente a clientes potenciales.

“Se cree que la imagen pública es un asunto exclusivo de artistas y políticos. Sin embargo, en el mundo del emprendedurismo contar con una imagen profesional puede hacer la diferencia entre vender más o cerrarte las puertas”, advierte David Navarro, director de Imagen Excellence, firma de consultoría y capacitación en imagen ejecutiva.

De acuerdo con el experto, lograr una imagen profesional significa transmitir el mensaje correcto a través de tres canales: la vestimenta, la manera en que luce tu marca –tanto gráfica como digitalmente– y la forma de dirigirte a tu mercado meta. Por eso, si ya cuentas con un gran producto o servicio, potencializa sus posibilidades de venta a través de una imagen que comunique confianza y profesionalismo. 

El código de vestimenta

Hombres

• Cabello. El cabello corto transmite confianza. Lo recomendable es llevar un corte conservador, evitar tintes y darle un mantenimiento cada tres semanas.

• Tallas. La talla de la camisa transmite profesionalismo y poder. Respecto a los colores, lo mejor es siempre contar con una camisa blanca.

• Zapatos. Los zapatos sin bolear o viejos reflejan que el emprendedor es descuidado y que atiende los detalles.

• Pulcritud. Procura mantener limpios y en buenas condiciones tu rostro, manos y dientes. Un emprendedor desaliñado jamás generará confianza.

Mujeres

• Cabello. Es la parte del rostro que capta más la atención; por eso, se debe llevar en un largo moderado, con un peinado conservador y bien cuidado.

• Maquillaje. Discreto y adecuado a tu edad. Hay que evitar la llamada “cara lavada” pues proyecta descuido.

• Zapatos. Son parte del código de comunicación dentro del mundo de los negocios y su mensaje es “poder”. Elige zapatos cerrados, en colores negro o café, y que siempre luzcan en buen estado.

• Bolso. Elígelo de acuerdo con la estatura, evitar colores y diseños de fiesta y no utilizarlo como mochila guarda-todo.

Así luce tu negocio

“Un aspecto clave en la imagen pública profesional es la manera en la que presentas a tu empresa”, señala David. Una buena presentación se desarrolla a través de estos pasos:

• Saludo acompañado de un apretón firme de mano y una mirada directa a los ojos. En el caso de las mujeres, hay que evitar el saludo de beso.

• Dí tu nombre con el primer apellido y después tu cargo en la empresa. Tu título profesional está de más.

• Explica por qué estás en esa reunión y cuál es tu objetivo. El reto es hacerlo en menos de 30 segundos.

En cuanto a la imagen del negocio, el experto recomienda cuidar hasta el mínimo detalle tanto en la papelería (tarjetas de presentación, hojas y sobres membretados, entre otros) como en la versión digital.

Para la versión impresa Navarro aconseja:

• Logotipo original. Busca los servicios de un diseñador que sea especializado en el boceto de marcas y no cometas el error de contratar al alguien sólo porque “es barato”.

• Emplea máximo tres colores. Para documentos impresos con el logotipo de la empresa y datos, lo mejor es la sobriedad y claridad.

• Datos de contacto. Incluye en las tarjetas de presentación tu nombre y el cargo que ocupas en la empresa, teléfono, dirección de correo electrónico y la dirección de la página Web.

Mientras que para la versión digital:

• Cuida que el logotipo no aparezca pixeleado o en baja resolución.

• Elige una tipografía fácil de leer sobre la pantalla y evita fondos a color que contrasten con el de los textos.

• Redacta mensajes que informen de manera clara y breve acerca de los productos y los servicios que ofreces y ubica los datos de contacto e la empresa a la vista del cibernauta.

Tu imagen frente a los demás

“Una presentación de ventas tiene como principal objetivo convencer al prospecto de que nuestro producto o servicio no sólo satisface necesidades, sino que aporta a su negocio valor agregado”, apunta el director de la consultora Imagen Excellence.

Sin embargo, se debe tener cuidado de no convertir una junta de trabajo en un monólogo.

Pero ¿cómo armar una presentación ganadora?

• Haz una lista de las ventajas y beneficios de tu producto o servicio. Esto te ayudará a definir qué haces y por qué eres una opción viable por encima de tu competencia.

• Cuando un prospecto te pida que le expliques tu oferta, sus aplicaciones y resultados, deberás responder máximo en 30 segundos. Una respuesta más larga se toma como divagación.

• Antes de una cita con un prospecto, arma una presentación con máximo 10 láminas que tendrás que explicar en máximo de 10 minutos. Recuerda que lo más importante es escuchar las necesidades del cliente potencial.

Si cuentas con poca experiencia en juntas de trabajo, echa un vistazo a esta lista de detalles que debes tener siempre presentes:

• Sé puntual. Con ello le demuestras al prospecto que su tiempo es valioso y que te interesa conocerlo.

• Mantén la mirada fija a los ojos del cliente. Ubicar tus ojos en labios o escote se considera una falta de respeto en el ambiente de negocios.

•Si hay que subir escaleras, los hombres deben ir antes que las mujeres.

•Toma asiento hasta que el prospecto te lo indique, antes no.

•Si es la primera vez que tienes interacción con el cliente potencial, dirígete a él (o a ella) de “usted”. Podrás tutear cuando te lo pida.

• Las groserías o frases con doble sentido no tienen lugar en una junta.

• Lleva siempre contigo pastillas para el aliento.

• Guarda en un portatarjetas (de preferencia de piel o metálico) varias tarjetas de presentación y procura conservarlas en buen estado.

• Hay tres temas que jamás se deben tocar en una reunión de negocios: política, religión y futbol.

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