Valentín Diez Morodo, socio de Grupo Modelo, una de las 50 empresas más importantes de México, asegura que uno de los grandes pendientes del país son el combate a la corrupción y la impunidad.

 En entrevista con EL UNIVERSAL, el consejero de grandes firmas nacionales y extranjeras, dice que mientras en América Latina y Centroamérica han habido acciones contra involucrados en casos ilícitos, en México las lagunas en la ley dejan los casos impunes.

El empresario no da nombres sobre los asuntos de corrupción en otros países de la región; sin embargo, son sabidos los casos como la salida del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, para enfrentar un juicio por corrupción, la destitucion
de Dilma Rousseff, en Brasil, y el proceso de destitución del mandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski, por el presunto tema de corrupción con la firma constructora Odebrecht.

Diez Morodo afirma que uno de los graves problemas en México es que la corrupción es parte de los usos y costumbres de la vida política del país.

Para el socio de Grupo Modelo, perteneciente a AB InBev, es necesario fortalecer las instituciones del país, trazar políticas e iniciativas que mejoren el combate a esos flagelos.

De acuerdo con la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la corrupción e impunidad en el país cuestan 10 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), además de que las empresas tienen que destinar entre 2% y 10% de su presupuesto anual para personal y capacitación contra la inseguridad, según datos de la American Chamber Mexico.

¿Qué cambios deben hacerse para lograr terminar con la corrupción y la inseguridad?

—El Foro Económico Mundial ha señalado que tenemos debilidades en materia de la calidad de los servicios públicos en México, motivo por el cual tenemos que trabajar juntos de manera coordinada sector privado y gobierno para buscar iniciativas que nos permitan mejorar su nivel, buscando una mayor especialización y profesionalización para definir estrategias y políticas públicas que generan mayor eficiencia y, consecuentemente, mayor bienestar para los grandes núcleos de la población que históricamente se han visto marginados del desarrollo.

Este proceso deberá ser complementado con un combate riguroso a la corrupción, y a la impunidad que permiten las lagunas de la ley, tomando como ejemplo algunos de los casos que se han dado en América Central, y exigir a los nuevos funcionarios ejercer sus actividades con la rectitud que lo demanda la ley y su compromiso con la sociedad.

Diez Morodo, integrante del Consejo Mexicano de Negocios, una de las organizaciones que agrupa a aproximadamente 50 grandes firmas nacionales, comenta que desgraciadamente la inseguridad es resultado de la falta de ataque a la corrupción que existe en el país.

“Hay que luchar fuertemente para que verdaderamente se combata la corrupción y atender a la población en situaciones económicas adversas, en extrema pobreza. Porque de lo contrario nosotros mismos estamos propiciando que la inseguridad surja por un lado y la corrupción también”, expone.

En muchos estados se viven “situaciones de extrema inseguridad, hay estadísticas que hablan de cómo crece la criminalidad y la inseguridad”. Lo que se observa es una falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno, federal, estatal y municipal.

“Estamos en un momento que o nos coordinamos y vamos de la mano iniciativa privada y gobierno o van a surgir problemas de inseguridad, corrupción como todos los que vemos. Llegó el momento de decir solos no vamos a llegar a un lado, hay que ir todos hacia el mismo fin”, añade.

Contraatacar informalidad

El consejero de al menos una decena de empresas nacionales y extranjeras afirma que para combatir la inseguridad “hay que crear puestos de trabajo, confrontar la informalidad y transformarla en formalidad, porque mucho de lo que ocurre tiene que ver con la informalidad”.

Destaca que “mucha gente se aprovecha y utilizan a los informales para muchas cosas. Hay que trabajar juntos, en equipo y coordinados” para revertir la situación, además de considerar que vía el sistema educativo se pueden formar a generaciones dándoles una guía de la mejor forma de actuar.

Ante la proximidad de las elecciones presidenciales de julio próximo, considera que es necesario que quien llegue al poder defina con claridad qué queremos y hacia dónde vamos.

¿Un cambio del partido político en el poder es la opción para dar el verdadero giro o hace falta trabajar en un cambio cultural en el país?

—Independientemente de un eventual cambio político, lo más importante es definir con claridad los objetivos, la estrategia y los instrumentos que debemos utilizar para mejorar la situación económica del país, a fin de que esos grandes núcleos de la población que han quedado marginados puedan incorporarse y disfrutar de los beneficios de vivir en un país muy atractivo como es México.

Sin duda se requiere también un cambio cultural, pues la corrupción se ha
vuelto una parte importante de los usosy costumbres de la vida política y cotidiana de México y tenemos como miembros de nuestra so ciedad combatirla en todos sus frentes.

Reformas, agilizar su implementación

Morodo, quien se refiere también a las reformas estructurales hechas en México durante esta administración, dice que hubo un “enorme retraso” en su aprobación y no lograron dar el crecimiento esperado de 5% a la economía mexicana.

No obstante, expone el crecimiento mayor a 2% no sucedió por factores externos y agrega que es necesario completar la estrategia y apresurar la implementación de políticas públicas que creen mejores condiciones que lleven a México a crecer a mayores tasas.

“Aunque con la aprobación de las reformas estructurales al inicio del sexenio, logramos avanzar 15 lugares en competitividad, no hemos podido completar todas las condiciones para que la planta productiva nacional pueda desarrollar sus actividades en un nivel óptimo y, consecuentemente, generar empleos y riqueza en función del crecimiento natural de la población, ni para lograr mayor bienestar”, expone valentín Diez Morodo.

Para el empresario no se trata de cambiar de modelo económico, sino completar la estrategia y apresurar la implementación de políticas públicas.

“El modelo económico que vivimos en México lo tienen otros numerosos miembros de la comunidad internacional que han sido verdaderamente exitosos, como consecuencia, no vemos que se requiera un nuevo modelo económico”, detalla.

Sin embargo, menciona que si bien se adoptó un proceso de apertura para incorporarnos a la globalización “se falló al adoptar la implementación de las teorías, de los idealismos que desviaron nuestra ruta y, consecuentemente, no se han logrado los objetivos deseados”.

La importancia del TLCAN

El hombre de negocios, quien también es presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, uno de los organismos con participación en las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), destaca que en el país no se puede pensar en no tener un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá a pesar de la diversificación.

Además de que es mejor terminar la renegociación antes de que se contamine con las campañas, aunque incluso cuando siga a la par del proceso electoral no pasara nada, el comercio no se detiene.

“El Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha sido el proyecto más importante para el desarrollo de México y los resultados han sido excelentes y distintos sectores se han beneficiado. Siempre se oye del éxito en la industria automotriz, que es el eje del TLCAN, pero en todos los sectores hay ganancias”, asegura.

Diez Morodo reflexiona “¿Qué va a pasar en las negociaciones? El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dice que van a haber avances. Si me preguntas cuándo creo que se termine todo, lo ideal es que en abril descansáramos tranquilos”.

Agrega: “si no, lo que ocurrirá es que se mezclará lo político con el TLCAN. Que tampoco pasará nada, porque no se han frenado las exportaciones, éstas siguen creciendo. Va muy bien el comercio exterior”.

“Las empresas se siguen instalando. No va mal. Pero si viene una situación política que pueda afectar a algunos inversionistas hay que estar pendientes”.

El empresario añade que si dentro de la negociación se ponen demasiados requisitos o condiciones que México no pueda cumplir “también afectará”.

¿Tiene que haber TLCAN, no podemos pensar en que no haya?

—No le veo, no podemos terminarlo por más que diversifiquemos los otros tratados, contesta el también consejero de ProMéxico, organismo encargado de promover las exportaciones y atraer inversiones al país.

Menciona que sin duda el TLCAN era el proyecto más importante para el desarrollo del país, pero a pesar de los excelentes resultados que se cosechan en diversos sectores, no se aprovecha todo su potencial.

“Debemos impulsar la utilización de los demás tratados comerciales que tenemos firmados para diversificar nuestras exportaciones y alcanzar otros mercados, que si bien en el papel no parecen tan atractivos, pueden incrementar nuestro comercio exterior, lo que sin duda alguna redundará en beneficios como la generación de nuevas fuentes de trabajo, mayor intercambio de capitales y de tecnología”.

El también primer presidente y miembro fundador del Consejo Empresarial Hispano Mexicano dice que se debe seguir la diversificación como se hace a través de la Alianza del Pacífico, acuerdo en cuyo capítulo de negocios está a cargo de Diez Morodo y al cual se sumaron como asociados Nueva Zelanda, Australia, Canadá y Singapur.

Además de la diversificación que se tendrá con los 11 países del antes llamado Acuerdo de Asociación Transpacífico, ahora conocido como TPP-11.

Afirma que la modernización del tratado con Europea debe de concretarse a pesar de las “pequeñeces” o detalles por el problema de las denominaciones de origen en quesos, a fin de sacar el mayor provecho a la relación con los socios comerciales que tiene México y con los que se vayan sumando.

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