Alrededor de 100 pesos a la semana es el gasto promedio de una familia queretana en la compra de agua purificada (en garrafón o botella). La principal causa de que la gente compre este producto es que no confía en la calidad del líquido que recibe de la llave de su casa, advirtieron especialistas del sector.

Ilich Delgado García, creador de la empresa consultora Ilich Delgado y ex subdirector de Canal Moderno para el norte del país para Coca Cola Company, aseguró que también hay casos en los que las personas llegan a gastar hasta 20 pesos diarios en agua embotellada supuestamente pura.

México se encuentra entre los primeros cinco países productores de agua purificada, de acuerdo con la firma consultora Euromonitor Internacional (EI).

En su Reporte de agua embotellada en México (2012), expuso que el mercado del agua embotellada se mantendrá “popular y ampliamente demandado en el país”, porque hay una falta general de confianza en la calidad del agua del grifo.

Esto, a pesar de que el gobierno ha trabajado en una “mejora notable” en la calidad del agua en los últimos años, indicó.

En el año 2011, el consumo anual per cápita de agua en México alcanzó los 170 litros, lo que ubicó al país en el tercer lugar, abajo de Estados Unidos y China, señaló la firma.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores y Distribuidores de Agua Purificada (Anpdap), Roberto Alencaster, consideró al respecto, que la calidad del agua que distribuye el gobierno no es mala, sin embargo, las tuberías por las que se transporta el líquido tienen que renovarse para evitar que el agua se contamine y pueda llegar a dañar la salud.

Falta de regulación

A nivel nacional, en el último año el número de empresas dedicadas a la purificación de agua se ha incrementado hasta en 1000%, de acuerdo con el especialista. Sin embargo, reconoce que dichas compañías no siempre cumplen con la regulación de sanidad que piden las autoridades mexicanas.

Alencaster comentó que el avance de esta industria es desordenado y desmedido.

Afirmó, incluso, que ni las autoridades tienen un número certero de la cantidad de purificadoras que existen en el país, lo que propicia que estos negocios no estén regulados debidamente.

Agregó que él no asegura que los dueños de dichas empresas no realicen los trámites y procedimientos para certificarse dolosamente, de tal forma que considera que quienes no lo hacen puede ser por desconocimiento de los reglamentos.

De acuerdo con Euromonitor, hasta el 2012 se estima que había alrededor de 7 mil 500 pequeñas empresas dedicadas a este sector y que ofrecen un producto a bajo costo, aunque ni el precio reducido ha permitido que continúen, pues sólo compiten en el mercado de garrafones y no en ventas a menor escala como las botellas.

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