La clase trabajadora del país será la que resentirá el mayor impacto en sus bolsillos por las nuevas disposiciones tributarias en IEPS, ISR e IVA que avaló la Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados, coincidieron analistas.

Nuevos impuestos como a la comida chatarra, los refrescos, tasas diferenciadas en el ISR según el ingreso, así como mayores topes a los gastos que realizan los patrones por sus trabajadores y la acotación a los gastos recuperables erosionarán considerablemente los ingresos de los individuos.

El socio fundador de Bettinger Asesores, Herbert Bettinger, dijo que los gastos que el patrón realiza en beneficio de sus empleados se topan, lo que significa que el trabajador recibirá menor recursos de la empresa que le contrata.

Consideró que también mermará el bolsillo de estas personas la exención a la enajenación de casa habitación, pues ahora se topará a un límite de 700 mil udis.

“Los que queremos crecer o tener una mejor casa ahora vamos a tener un efecto de impuestos. El patrimonio familiar es el esfuerzo más grande de una familia y ahora se le aplicará un impuesto”, dijo.

Sin embargo, el fiscalista reconoció que el peor golpe para la clase trabajadores será la acotación que se le hace a la recuperación de los gastos anuales.

“Se afecta la deducción más sagrada que tiene la persona que son los gastos médicos, que si se suma con las nuevas tasas de ISR, lo de la casa habitación y los menores beneficios que le entregará el patrón, entonces nos queda como el sector más afectado de la reforma”, dijo.

Prevén pérdida de prestaciones

La directora general de la empresa de consultoría Red Ring México, Irma Flores, dijo que habrá afectaciones porque podrían perder algunas prestaciones no consideradas de ley, además de que será más difícil conseguir un aumento de sueldo, aunque en el peor de los casos ser despedido.

El director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Héctor Villarreal, dijo que si de por sí la iniciativa de Enrique Peña Nieto era una reforma pequeña, con las modificaciones hechas por los legisladores quedó “descafeinada”. Lo más rescatable, explicó el experto, fue que se taparon los huecos fiscales que existían en el impuesto sobre la renta, además de que con las nuevas tasas diferencias se buscará hacer un sistema más progresivo.

Sin embargo, explicó que las demás modificaciones tributarias, como lo de gravar la comida chatarra y los alimentos de las mascotas, entre otros, no se hicieron con mucho sustento.

“La recaudación se va quedar corta y lo que va suceder es que el resarcimiento de los recursos que se esperaban van a tener que venir por ingresos petroleros, así que vamos a ver nuevas proyecciones sobre producción y sobre el precio de la mezcla mexicana de exportación”, mencionó el experto.

En el planteamiento original, el gobierno federal estimó que por su propuesta de reforma hacendaria se obtendrían 240 mil millones de pesos adicionales a la recaudación tributaria.

No obstante, el echar atrás medidas como gravar con IVA a las colegiaturas, a los intereses de créditos hipotecarios y las rentas de vivienda, espectáculos, así como al oro, joyería y obras de arte, provoca un hoyo en las pretensiones del Poder Ejecutivo que van de entre los 40 mil hasta los 50 mil millones de pesos, de acuerdo con las estimaciones de los legisladores.

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