La lucha contra la corrupción ayudará a tener un gasto público más eficiente y transparente en beneficio de los más pobres, dijo el economista en jefe del Banco Mundial (BM) para América Latina, Carlos Végh.

“A medida que la lucha contra la corrupción va avanzando va a hacer que el gasto público sea más chico y transparente, lo que ayudará a la consolidación fiscal”, dijo durante la presentación del reporte Ajuste fiscal en América Latina y el Caribe ¿Costos en el corto plazo, beneficios en el largo plazo?

En el informe que dio a conocer previamente al inicio de las reuniones de primavera del BM y el Fondo Monetario Internacional, también se presentaron las expectativas económicas para México, de 2.3% para este año y de 2.5% en 2019; para la región se espera un avance de 1.8% en 2018 y de 2.3% el próximo año, es decir, un regreso a la senda del crecimiento liderada por Brasil y Argentina.

Se plantea que es momento de fortalecer las cuentas fiscales para lograr un crecimiento inclusivo en la región.

Se menciona que México junto con otros países como Ecuador, Uruguay, Colombia, Argentina, El Salvador y Panamá empezaron a hacer ajustes fiscales graduales.

Sin embargo, ahora es el momento de apurar el paso con cambios estructurales fiscales y fortalecer o implementar reglas fiscales, según sea el caso.

Para el BM, el reto es encontrar el punto justo de lo que se necesita ajustar; no obstante, consideró crucial reducir la deuda, lo cual, junto con las reformas fiscales, es necesario para que un país logre el grado de inversión y con ello obtenga grandes ahorros en el costo de la deuda externa.

De esta manera se liberan recursos para apoyar la reducción de la pobreza y el crecimiento inclusivo, de acuerdo con el informe.

Végh expuso que los costos de los recortes al gasto público son menores en comparación a medidas como aumentos de impuestos, con excepciones de los países con una baja recaudación tributaria como sucede en América Central. 
Señaló que la velocidad de los recortes se puede medir en términos del Producto Interno Bruto (PIB): es del doble cuando se hace de manera agresiva respecto a uno gradual.

Además, consideró más recomendable que los gobiernos se aprieten el cinturón en el gasto improductivo e ineficiente, en lugar de sacrificar el gasto para la inversión y transferencias sociales para combatir la pobreza.

“El principal peligro que veo en la región con los ajustes fiscales es que se haga uso de los recortes a la inversión pública (infraestructura)”, apuntó Végh.

Recalcó que se debe poner particular atención en no usar la inversión pública como variable de ajuste porque perjudicaría el crecimiento a largo plazo.

El reporte destaca que los ajustes fiscales en los buenos tiempos son importantes para construir espacio fiscal, lo que permitirá aplicar políticas contracíclicas para estar preparados la próxima vez que las condiciones sean menos favorables y proteger a los más vulnerables.

Además, liberará recursos para manejar los riesgos potenciales que representan desastres naturales como huracanes o terremotos.

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