Aunque México tiene el mayor número de Tratados de Libre Comercio (TLCs) a nivel global, sigue siendo deficitario en más de 63% del total y analistas coinciden en que ello se debe a la dependencia y comodidad de exportar a Estados Unidos, así como la falta de visión para explorar otros mercados.

Nuestro país cuenta con una red de 12 Tratados que cubren a 44 países, además de 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) y nueve acuerdos de comercio (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), pero siguen siendo desaprovechados.

De los 44 países, con 28 la balanza comercial está en su contra durante 2011 y con datos de Banco de México correspondiente a 2012 entre enero y marzo, sólo se mejoró con un país (Chile), para reducir la brecha a 61.36% de déficit comercial de mil 288.2 millones de dólares.

En el caso del TLC con la Unión Europea, que comprende 27 países, sólo es superavitario en siete de esos mercados que son Bélgica, Chipre, España, Hungría, Lituania, Reino Unidos y Rumania; siendo deficitario con Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal o Suecia.

Mientras que en América Latina tiene ventaja sobre El Salvador, Guatemala, Honduras, Colombia, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Uruguay; y en los asiáticos, Japón está al frente del comercio.

Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), consideró que la comodidad de la cercanía con Estados Unidos y una logística consolidada, han sido factores que se anteponen frente a otros tratados que se están desaprovechando.

“Como empresarios debemos cambiar la mentalidad, pues ello nos limita para llegar a mercados atractivos como el europeo donde tenemos la posibilidad de incursionar a los consumidores de los 27 países que integran a la Unión Europea, pese a que es competitivo y se requiere de grandes inversiones”, dijo.

Por ello instó a que los empresarios mexicanos y las Embajadas con representación en México al igual que las Cámaras de Comercio, analicen las posibilidades para hacer negocios y mejorar las oportunidades de generar mayores intercambios de productos y servicios.

En tanto, Manuel Valecia, director de programas de Académicos de la licenciatura en Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, consideró que, de 37% a favor de México, no se aprovecha ni 20% de su potencial, tal es el caso del firmado con Japón e Israel y por supuesto América Latina.

“Irónicamente por la crisis de 2009 volteamos un poco a Latinoamérica, lo que genero una mejora en la balanza comercial con Estados Unidos donde somos menos dependientes, pero la dependencia del vecino país del norte sigue siendo enorme”, subrayó.

Agregó que un problema de los empresarios mexicanos es que no están acostumbrados a hacer alianzas y co-inversiones, pero esperan a que el gobierno les resuelva sus quejas y esa falta de visión global, es una responsabilidad compartida.

El reto global

El subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosenzweig, dijo que la apertura comercial de los años 90 convirtió al comercio exterior nacional en un motor de crecimiento económico y ya representa 60% del Producto Interno Bruto (PIB).

“La apertura es evidente, en los últimos 18 años las exportaciones se incrementaron casi siete veces para registrar casi 350 mil millones de dólares en 2011 y México es el primer exportador de América Latina y onceavo a nivel mundial, lo que demuestra el trabajo hecho”, afirmó.

Destacó que actualmente nuestro país es el primer exportador mundial de 33 productos industriales, y 23 agropecuarios entre los que destacan televisores, lavadoras, refrigeradores, auto-partes, plata, tomates, cebollas, aguacates y pimientos que llegan a 44 mercados del mundo, los cuales concentran más de mil millones de potenciales consumidores que a su vez suman casi 70% el PIB global.

En la misma línea, Sergio Ley, presidente de la sección empresarial para la Región Asia y Oceanía del Comce, coincidió en que abrirse al libre comercio fue una decisión acertada porque creó una industria mexicana altamente competitiva .

“Sin embargo, el problema lo localizó en la falta de innovación, porque si bien es la industria más desarrollada de toda América Latina, no innova y está a expensas de lo que sucede en Japón, Estados Unidos o Europa”, afirmó.

Por lo tanto, no se aporta valor agregado, sólo se manufactura y aunque eso es una ventaja como sucede en la industria automotriz, es poco lo que se exporta.

El también ex embajador de México en China dijo que para diversificar los mercados y reducir la dependencia con EU, el gobierno mexicano debió aprovechar el interés de Brasil en un TLC, que requería la más dura negociación nunca antes emprendida pero no se persiguió y se perdió la oportunidad.

El experto consideró que otros TLCs futuros podrían ser con China para aprovechar la relación, ya que es el segundo comercial de México y se debe sacar ventaja de ello; así como con Corea del Sur para ser economías complementarias.

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