Salomón Marcuschamer y Arturo Santoscoy tienen algo en común, el primero está a punto de inaugurar 100% del Pabellón M para lo cual invirtió más de 2 mil millones de pesos y el segundo invirtió los ahorros de su vida para echar a andar el Museo del Dulce, ambos ubicados en el centro histórico de Monterrey, Nuevo León.

Los dos empresarios quieren que esa entidad y su capital regresen a los primeros lugares en materia turística, no sólo en la especialidad de negocios sino en la de descanso, de aventura, cultural, deportivo y turismo médico.

Pabellón M va a contar, entre otras cosas, con un hotel Fiesta Americana y un auditorio para 4 mil 500 personas, y donde se pretenden llevar teatro, musicales y puestas que hasta ahora no se montan en Monterrey, “porque no existe la infraestructura”, comentó Aydée Hilario gerente de relaciones públicas de Pabellón M.

El salón de convenciones de Pabellón M recibe eventos de 3 mil 800 personas y se prevé que en los primeros meses de 2016.

Salomón Marcuschamer, presidente del consejo de la desarrolladora Javer, que en 2009 fue adquirida a 60% por las globales Evercore y Southern Cross Group centradas en investment banking, presidente de Nexxus Parques Industriales, apuesta para que Pabellón M sea la punta de lanza del regreso de Monterrey al escenario turístico.

Otros emblemas y poderosos imanes de turistas a Monterrey son, el Parque Fundidora, la Arena Monterrey, el Auditorio Banamex y el Centro Internacional de Negocios (Cintermex) cuyo consejo acaba de realizar una inversión superior a 470 millones de pesos con el objetivo de atraer congresos nacionales e internacionales, reforzados con un acuerdo que firmaron con el Departamento de Comercio de EU.

Cintermex contabilizó el año pasado 804 eventos y planea alcanzar 900 a finales de 2015.

Ocupa el cuarto lugar a escala nacional en centros de exposiciones, sólo debajo de Expo Guadalajara en Jalisco, del World Trade Center y el Centro Banamex en la ciudad de México y del Centro de Convenciones de Puebla.

Miguel Ángel Cantú, director general de Turismo de Nuevo León dijo a EL UNIVERSAL que el gobierno debe de ser un facilitador para que la iniciativa privada invierta en el sector.

La industria turística representa 9% del PIB estatal y la administración entrante tiene la meta de llegar a una aportación de dos dígitos para 2020.

“La estrategia es ir por las zonas rurales del estado para impulsarlas desde el turismo, desarrollarlas y que fluyan inversiones locales”, aseguró Cantú, quien dijo que otro plan es convertir al turismo de negocios en recreativo.

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