Barclays México espera que luego de la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decida este jueves por unanimidad no subir la tasa de referencia y esperarse hasta junio de 2016 para realizar un ajuste al alza.

“Los mercados van a reaccionar de manera tranquila, no creemos que aquí en México las tasas vayan a violentarse; sabemos que el mercado espera que Banco de México suba tasas de interés, pero sí vemos el riesgo de que Banxico no mueva, en el sentido de que las condiciones domésticas no dan para un ajuste de tasas de interés”, estimó Marco Oviedo, economista en jefe de la institución.

Durante la presentación de las Perspectivas Económicas 2016, pronosticó que México va a cerrar este año con un crecimiento de 2.5%, luego de una ligera desaceleración de la actividad manufacturera en el cuarto trimestre, mismo nivel que se va a observar el siguiente año.

Explicó que con el dato de noviembre de la inflación, que es un nuevo histórico de 2.2%, la tasa real en México ha aumentado. Por eso, reiteró que el banco central quizá será “juicioso” en no subir la tasa y esperar a tener mejores datos en actividad económica y en precios al consumidor.

Marco Oviedo estableció que en un escenario en donde la Fed se espera que vuelva a aumentar la tasa en algún momento en la primera mitad del próximo año, va a seguir la volatilidad con menos intensidad y ahí es cuando el Banxico se va a sentir cómodo en ver cómo se comporta la economía en el primer trimestre.

“Por eso creemos que hasta junio es la primera alza de tasas en México en ese contexto en donde la Fed quita incertidumbre en los mercados”.

La razón para no cambiar, dijo, es que con la tasa en 3% e inflación de 2.2% “hablamos de un panorama positivo y la liberalización de los precios de la gasolina en enero; con esta caída en los precios del petróleo es probable que los costos de Pemex caigan y se vea reflejado en los precios de la gasolina, lo que ayuda a que la cuesta de enero no sea fuerte”.

Por otro lado, destacó que seguirán las noticias positivas en los precios de las telecomunicaciones; así la inflación se va a situar muy cerca de 2.8% en enero y a 3% en el resto del año con un consumo privado animado.

“Un incremento en la tasa que ya ha sido telegrafiado en distintas ocasiones por distintos miembros de la Reserva Federal, se espera, es decir no esperamos que la sorpresa es que suban”, comentó.

Son tres cosas en las que se van a fijar los mercados: primero, el tono de la Fed en su conferencia, la trayectoria esperada por los miembros sobre las tasas de interés hacia delante y tercero, el cambio de pronósticos de crecimiento y de inflación.

En ese sentido, dijo que la Fed va a salir con un tono bastante tenue, al ver mejoras en el mercado laboral, pero quedan riesgos para la inflación ante la caída de los petroprecios de los últimos días, la apreciación del dólar y porque aún no está claro que se consolide su meta hacia 2.5.

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