Twitter: @ArturoPueblita

Uno de los temas más relevantes de la propuesta de Reforma Fiscal, es la desaparición de diferentes regímenes de “beneficio”.

En la propuesta que discutirán los legisladores se encuentra la desaparición del Régimen Simplificado del Impuesto sobre la Renta, el cual inventiva la productividad de sectores primarios como el agrícola, ganadero y pesquero.

En dicho régimen se “simplifican” las obligaciones formales (pagos provisionales, declaraciones, etc.) y se establece una exención parcial de 20 salarios mínimos de cada región, elevados al año por cada socio de las unidades productivas. Dicha exención está topada a un máximo de 10 socios por empresa. En el caso de ejidos no existe limitación por número de miembros.

Adicionalmente, existe una tasa reducida de Impuesto sobre la Renta, pues en lugar de pagar como todos al 30% los contribuyentes del régimen simplificado pagan a una tasa del 21%. Al desaparecer el régimen simplificado no habrá exención y la tasa del impuesto pasará al 30%.

Lo anterior no atiende a caprichos ni componendas políticas. Es indispensable incentivar el desarrollo del campo mexicano y de esa forma tener comunidades productivas, abastecer a los centros de población rural y urbana con alimentos baratos y de buena calidad.

La soberanía alimentaria de un país es indispensable para alcanzar niveles de productividad, competitividad y crecimiento económico.

Si es aprobada la reforma fiscal propuesta, se encarecerán nuestros alimentos básicos, lo cual generará un impacto inflacionario, se empobrecerán los productores mexicanos y le estaremos dando una ventaja competitiva a los productores rurales de Estados Unidos y Canadá que no dejarán pasar. No se nos olvide que la importación de alimentos estará gravada a tasa 0% del Impuesto al Valor Agregado.

Las reformas fiscales suelen ser las menos populares, sin embargo, hay un tema riesgoso: si afectamos la producción de alimentos a través de un aumento impositivo, tendremos un campo más depauperado y la forma de abatir el desabasto en las poblaciones será mediante la importación. Eso únicamente beneficiará a los intermediarios.

Si existen abusos en el régimen simplificado deben detectarse y sancionarse, las soluciones generales tienden a ser injustas y en el presente caso claramente regresivas.

Con estas medidas no se incrementará la recaudación: crecerá la inflación, reducirá el crecimiento económico, empobrecerá al campo y pondrá en riesgo la soberanía alimentaria de México.

Es indispensable analizar este tema en el Congreso de la Unión, los secretarios de Sedesol y Sagarpa debieran ser los primeros preocupados que pase la propuesta diseñada desde la SHCP, pues ésta devastará al campo e incrementará la desigualdad en un país con hambre.

La reforma fiscal se planteó desde una perspectiva meramente matemática y con una absoluta falta de visión de Estado.

Es una mentira que la Reforma Fiscal afecta a los que ganan más. Nos afecta a todos y más a los que menos tienen. Los que tienen más podrán seguir comprando sus cortes “premium choice” pues estarán gravados a tasa 0%. Las tortillas (de maíz mexicano) subirán de precio.

*Profesor de Derecho Público, Universidad Iberoamericana

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