El gobierno federal propone que la inversión pública en 2018 pierda participación por cuarto año consecutivo y represente 15.9% del presupuesto, lo que significa la menor proporción en los últimos dos sexenios.

De acuerdo con el proyecto de Paquete Económico 2018 entregado al Congreso, el gasto programable será de 3 billones 732 mil millones de pesos, de los cuales 595 mil millones corresponderán a inversión en obra pública.

Significa que la inversión productiva representará 15.9% del gasto el siguiente año, una proporción mínima nunca vista en los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.

El director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Juan Villarreal, expone que la inversión pública es un motor indispensable del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), pero ha sido castigada en los últimos años, lo que compromete el desempeño económico a mediano y largo plazos.

“Están siendo muy castigados rubros básicos como el mantenimiento de carreteras, lo cual pasará factura en la economía”, opinó.

El experto dijo que aunque el gobierno ofrezca varios estímulos fiscales, no habrá empresas que se decidan instalar en zonas del país si estas no dan servicios como carreteras y puertos.

Villarreal comentó que la inversión pública casi siempre es la primera víctima cuando el sector público debe recortar el presupuesto, pues genera menos malestar entre la población. El problema es que los recortes de inversión se conviertan en una tendencia, porque la factura para la economía será más costosa, dijo.

El director del CIEP opinó que el pago de pensiones y jubilaciones en el sector público se está saliendo de control y además reduce los recursos para inversión y otros rubros como educación y salud.

La propuesta de Paquete Económico 2018 contempla destinar 794 mil millones de pesos a pensiones y jubilaciones, casi 200 mil millones más que la inversión pública.

Villarreal anticipó que el pago de pensiones y jubilaciones, como porcentaje del PIB, alcance su pico en la próxima década.

Será complicado reactivar la inversión pública en 2019, independientemente del partido que provenga el próximo gobierno.

Explicó que el gasto de las empresas privadas juega un rol importante, pero hay áreas que el sector público debe atender. “El tipo de país que queremos, pasa por el tipo de inversiones que hacemos”.

El economista senior de Banorte, Alejandro Cervantes, coincidió en que la menor inversión pública va a impactar negativamente a la economía mexicana a futuro, pero recordó que el gobierno ha gastado más de lo aprobado.

Dijo que recortar la inversión con menor magnitud que el gasto corriente implica un esfuerzo de disciplina fiscal importante, pues requiere mayor estudio de las finanzas públicas.

La inversión pública es más fácil reducir que el gasto corriente porque contempla proyectos que se pueden postergar, explicó.

“Las calificadoras y analistas están demandando al gobierno federal esfuerzos de consolidación fiscal, que incluye recortes a la inversión pública”, comentó.

Google News

TEMAS RELACIONADOS