El alcance de la reestructura del esquema de pensiones en Pemex es todavía muy limitado porque no resuelve el problema financiero de la empresa, advirtieron especialistas del sector, debido a que apenas cubre, en el mejor de los casos, 10% de los pasivos laborales de la petrolera, de acuerdo con algunas estimaciones preliminares.

El acuerdo laboral se quedó corto porque no se pudo ajustar a todos los trabajadores, la reestructura que eleva la edad de jubilación de 55 a 60 años y la antigüedad mínima para el retiro de 25 a 30 años apenas cubre a poco más de la mitad de la planta laboral de la empresa, el problema es cómo se va a financiar a la otra mitad, comentó Eduardo López, especialista en temas de energía de la consultoría EY.

El tema de la productividad en Pemex es muy sensible porque la empresa tiene que examinar en qué áreas está haciendo dinero y en cuáles está perdiendo, lo que la lleva necesariamente a evaluar el personal que tiene contra la producción que realiza.

Bajo ese punto de vista, Pemex sale perdiendo en comparación con cualquier empresa grande internacional, inclusive con compañías estatales como Pertrobras que tiene como 80 mil trabajadores y produce más petróleo, advirtió Eduardo López.

La reestructura es un paso importante, tomando en cuenta lo que ha venido sucediendo en otras instancias públicas, pero se antoja pequeño dado que el pasivo laboral de Pemex asciende a 1.5 billones de pesos y el ahorro por el acuerdo se estima representa 10% del total, es decir, 150 mil millones explicó Aníbal Gutiérrez, especialista en finanzas públicas de la UNAM.

Con la negociación, la cúpula sindical garantiza una buena jubilación de aquí hasta 2021 para la mayor parte de sus cuadros dirigentes. Sin embargo, a partir de 2021, los cambios tienen que ser más radicales, si es que realmente se quiere reducir la carga laboral a la petrolera, advirtió.

El acuerdo está dirigido fundamentalmente a resolver el problema financiero de la empresa y las finanzas públicas, no reviste una ventaja para el trabajador, en el sentido de que no le da una prestación adicional, lo que busca es brindar viabilidad a Pemex, advirtió José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

Sin incidencia para petroleros. Los ajustes actuales al esquema de pensiones de Pemex no tienen mucha incidencia, pues gran parte de los empleados tiene más de 15 años laborando en la petrolera, opinó George Baker, analista de la consultora Energia.com, con sede en Houston, Texas.

Consideró que estas medidas no corresponden a las que adoptan petroleras de Estados Unidos, las cuales en lugar de elevar la edad de jubilación, ajustan a las prestaciones laborales.

Este es otro punto importante por el cual el acuerdo se antoja corto, debido a que aún con la reestructura, Pemex se encuentra en desventaja en términos de costos y reservas para sus pasivos frente a las empresas extranjeras que lleguen a operar y extraer crudo en México, destacó Aníbal Gutiérrez.

Si bien el acuerdo signado entre las autoridades y el sindicato petrolero no resuelve la situación de la empresa productiva del Estado, sí es un paso importante, opinó Éric Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo.

Destacó que si se compara a Pemex con otras empresas internacionales se pueden encontrar esquemas más agresivos, en el que las pensiones se financian con ahorros de los propios trabajadores y la empresa pone una mínima parte, abundó el experto.

Si estamos entrando en un esquema de competencia en el que Pemex se va a enfrentar con empresas que traen este tipo de esquemas a nivel laboral, la petrolera se tiene que modernizar y hacer un esfuerzo por aligerar ese tipo de pasivos, agregó.

La mejor forma de evaluar el acuerdo es ver que los recursos que se liberen con la reestructura se traduzcan en nuevas inversiones para Pemex. Se debe reflejar una mayor inversión en proyectos de la petrolera, la idea es hacer a la empresa más productiva, concluyó Legorreta.

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