Si posees un automóvil es inminente que corres el riesgo de estar involucrado en un accidente vial, no importa si estás en movimiento o estacionado. De darse esta situación, tendrás que desembolsar una suma de dinero que no la tenías prevista y que, en algunos caso, puede impactar las finanzas familiares. Por eso, es necesario que conozcas los beneficios de tener un seguro de automóvil y cuáles son sus características para que puedas elegir el que mejor se adecua a tu presupuesto y necesidades.

El seguro de auto no es obligatorio por ley en México, en las áreas urbanas o poblados; sin embargo, a partir de octubre de 2014 todos los vehículos que transiten por carreteras y puentes federales deberán contar con un seguro que cubra daños a terceros. Por otro lado, si estás pagando tu auto por medio del financiamiento, es muy probable que la compañía automotriz que te presta el dinero te exija un seguro.

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) explica que este tipo de productos protege el auto del asegurado contra riesgos como: choque, robo total, lesiones a ocupantes y daños a terceros en su persona y en sus bienes en caso de accidentes vehiculares.

El seguro sirve para cubrir aquellos gastos o costos en los que puedes incurrir ante la posibilidad de que se presente un percance automovilístico, ya sea por la atención médica que se requiera, la reparación del o los vehículos involucrados, así como los problemas de orden legal que se pudieran presentar.

“Con el seguro proteges tu patrimonio y tu integridad física, así como los de terceros en caso de un siniestro”, asegura la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

El portal Finanzas Prácticas de VISA explica cómo se determina el monto del seguro y los costos del mismo. La compañía aseguradora suma todos los reclamos por accidentes que espera pagar y divide ese monto entre todas las personas que pagan el seguro.

Toma en cuenta que no todos los titulares de pólizas de seguro pagan lo mismo. Las primas se determinan de acuerdo con las probabilidades que tiene el titular de presentar un reclamo.

Las primas (pagos) dependen principalmente de tres cosas: quién eres, tus antecedentes como conductor y cuánta cobertura deseas.

Por otro lado, debes conocer cuál es tu “deducible”, es decir, la cantidad económica que invariablemente pagará el asegurado o beneficiario, como consecuencia de la afectación de algunas de las coberturas amparadas en la carátula y/o especificación de la póliza.

Mientras más alto sea tu deducible, menos probable será que la compañía tenga que pagar un reclamo, y más bajo el costo anual que pagues del seguro. En México, algunos deducibles considerados estándar son equivalentes 5% del valor del vehículo por daños materiales y 10% por robo.

¿Qué cubren?

Finanzas Prácticas explica que existen muchos tipos de coberturas, las más comunes son los que cubren a conductores sin seguro o con cobertura muy baja. Con este tipo de producto, si te ves involucrado en un accidente con una persona que no puede pagar el daño o lesión que te causó, tu compañía de seguro pagará todos los reclamos o la diferencia entre tus daños y lo que cubra el seguro de la otra persona. Estas pólizas te protegen contra los costos por daños, incluyendo pérdida de sueldo, cuentas médicas, dolor y sufrimiento.

Los de responsabilidad civil. Si alguien le causa daño a tu propiedad o te ocasiona una lesión, el seguro de esa persona lo cubrirá. Cubre el daño que tú podrías causarle a la propiedad de otra persona o las lesiones que podrías causarle a otra persona y ofrece protección contra demandas judiciales.

Daños por colisión. Este reembolsará los costos relacionados con la reparación de los daños que sufra tu auto a causa de un accidente. Normalmente, te cubre aunque manejes un vehículo rentado o si es de otra persona. Frecuentemente, se requiere este tipo de cobertura para obtener un préstamo para comprar un auto.

Cobertura amplia. Los incidentes no relacionados con daños por colisión caen bajo la cobertura amplia. Eso normalmente significa incendio y robo, pero también podría incluir desastres naturales, disturbios civiles, explosiones u objetos caídos. También se requiere esta cobertura para obtener un préstamo.

En febrero de 2014, sumaban 4 mil 900 vehículos robados en el país, lo que significó un incremento de 21.7% en los últimos seis años.

Seguro de gastos médicos. Se utilizan si te ves involucrado en un accidente y necesitas que te lleven inmediatamente al hospital. Tus cuentas de hospitalización y médicos estarán cubiertas.

Si el accidente fue grave, los gastos del funeral estarán pagados. Esta cobertura se cubre con la del seguro de salud.

Recomendaciones antes de comprar

La Condusef recomienda que consultes con los agentes todas las dudas que tengas sobre el seguro. Recuerda, el costo del seguro varía según la aseguradora, el lugar donde vives, edad, sexo y coberturas adicionales, entre otras.

Lee detenidamente las políticas del contrato (póliza y condiciones generales), para no sentirse sorprendido.

Si estás comprando un auto a crédito, confirma bajo qué condiciones deberás contratar el seguro; si debes hacerlo por cuenta propia o a través de la institución que te indique el banco, además de que la financiera deberá de darte opciones con distintas empresas aseguradoras.

Pregunta si las renovaciones serán automáticas y si el costo del seguro será financiado durante la vigencia del contrato.

Verifica cuál es el procedimiento para cambiarte de una empresa a otra una vez que cuentes con el crédito del automóvil, el cual regularmente te exige que tengas un año de pagar el seguro vigente, para que puedas mudarte de aseguradora.

Una vez que has decidido contratar el seguro con una institución, será necesario definir el valor del automóvil, ya que esto determina la suma asegurada (el dinero que recibirás en caso de percance) y la prima (el dinero que debes pagar por el seguro).

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