En 2018, año de elecciones presidenciales y de turbulencias del exterior, mantendremos políticas prudentes y conservadoras aunque no sean las más populares para seguir garantizando estabilidad, dice el nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya.

En entrevista, asegura que si bien su regreso a Hacienda como titular de la dependencia no amerita controlar una emergencia como le tocó en el IMSS o en Pemex, está consciente que “tiene unos zapatos grandes que llenar”.

Cuidadoso en sus respuestas y con la institucionalidad que lo caracteriza, menciona a EL UNIVERSAL que como secretario de Hacienda se abstiene de dar opiniones sobre temas electorales.

Asegura que en 2018 “navegaremos de la mejor manera posible, a través de trabajo continuo, de trabajo arduo, con políticas prudentes y conservadoras, que no siempre son las más populares, pero eso le ha servido bien a México”.

Sin la seguridad de lo que resulte del paquete fiscal que se concretará en Estados Unidos y su impacto sobre México, ratifica el Acuerdo de Certidumbre Tributaria con vigencia hasta el 30 de noviembre de 2018, en el cual el gobierno federal se compromete a no crear ni subir impuestos, pese a que hay una cláusula de excepción para romperlo en casos sustanciales.

Ratifica las metas de crecimiento para un complicado 2017, de un rango de entre 2% y 2.6% y para la de 2018 de entre 2% y 3%.

José Antonio González Anaya admite que es partidario de ver un mayor crecimiento de la economía, pero le reconforta que las perspectivas sean buenas.

Asegura que es viable alcanzar la estimación de recaudar ingresos tributarios por casi 3 billones de pesos para 2018.

Su trayectoria

En sus oficinas de Palacio Nacional y tras atender una llamada del teléfono rojo, la línea directa de los altos funcionarios con Los Pinos, González Anaya habla sobre lo que representó regresar a Hacienda luego de cinco años.

“Estamos muy contentos de regresar a la SHCP, es una gran institución, es un gran equipo y hay ciertas ocupaciones que son similares, pero varias cosas, muchas cosas se tienen que actualizar. Yo salí de aquí hace cinco años y en ese tiempo han cambiado algunos de los temas”, asegura.

Sin dejar de agradecer las oportunidades que le ha brindado el presidente Enrique Peña Nieto, considera que si las cosas han cambiado ahora en Palacio Nacional, sede de la SHCP, eso significa progreso, que algunos temas se han superado y otros han surgido.

Pepe Toño, como es conocido aquí y en todo el mundo, ha desempeñado varios cargos en Hacienda, dependencia a la que se incorporó en 2002 y en donde trabajó con Agustín Carstens.

Fue coordinador de asesores del subsecretario del ramo, titular de la Unidad de Seguros, Valores y Pensiones, en donde le tocó ser uno de los protagonistas de la reforma del ISSSTE cuando se creó una Afore para los servidores públicos; fue el jefe de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas y subsecretario de Ingresos de la dependencia.

Lo nombraron director del IMSS, en donde hay un retrato suyo en la galería de los ex directores.

En poco tiempo, el economista egresado del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y doctorado en la Universidad de Harvard, logró darle viabilidad financiera e innovó y modernizó muchos procesos administrativos y dejó al IMSS con reservas suficientes para 2019.

Después, le encargaron dirigir Pemex en medio de la crisis de los petroprecios. Algunos los consideran como el rescatista de esas dos instituciones, por eso EL UNIVERSAL le preguntó si ahora enfrentará un reto más con lo que se espera frente a la reforma fiscal en EU.

“Lo veo en buen plan. Nosotros lo que queremos hacer es trabajar para que ahora sí, que estas incertidumbres que son innegables que son externas, las naveguemos de la mejor manera posible; eso se hace a través de trabajo continuo, de trabajo arduo con políticas prudentes y conservadoras, no siempre son las más populares, pero eso le ha servido bien a México, especialmente en este último año, pero en todos los años anteriores y eso ha llevado a que México tenga un grado de inversión.

“Así que tengo unos zapatos grandes que llenar, pero vamos a hacer todo lo posible para que esto lo caminemos bien”.

En Pemex le tocó aplicar aquellas medidas poco populares o como decían en el pasado, la medicina amarga, pero necesaria.

“Tuvimos que hacer un recorte de 100 mil millones de pesos, eso es una medida no popular pero necesaria y, lo digo con humildad, le hizo bien a Pemex”, expresa.

Destaca que actualmente la petrolera tiene finanzas estables, mejorables, pero estables.

González Anaya estuvo el año pasado en Washington y en otras partes del extranjero, en donde consiguió por primera vez que instituciones financieras le vendieran una cobertura petrolera a Pemex.

Sobre el seguro petrolero para asegurar los ingresos públicos y blindar el gasto público, lo cual le corresponde garantizar a Hacienda, el funcionario afirma que también se está cubierto con el precio y producción que marca el presupuesto aprobado para 2018.

Redes sociales

El año pasado, siendo director de Pemex, Pepe Toño debutó en redes sociales. Finalmente se animó a tener una cuenta de Twitter, y aunque le ha dado un uso institucional dice que la mantendrá ahora como responsable de las finanzas públicas del país.

Ya como secretario de Hacienda retuiteó los mensajes que emitió la Presidencia de la República el 27 de noviembre cuando fue nombrado nuevo titular de la dependencia.

Ha informado de las reuniones de trabajo que ha tenido con el nuevo gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, y con la fuente hacendaria, así como de su primer evento público y el éxito que le desea a Mikel Arriola, ex director del IMSS, en sus proyectos futuros. También tiene Facebook institucional y personal.

El tenista

González Anaya nació el 7 de junio de 1967 en Coatzacoalcos, Veracruz. Es un hombre dedicado que a todo le pone firmeza y esfuerzo. Desde muy joven se destacó por su excelente desempeño escolar.

Está casado con Gabriela Gerard desde hace casi 20 años, con quien tiene tres hijos: un joven de 15 años, una niña de 13 años, y un niño de 11 años, con los que suele jugar tenis, su deporte favorito.

Es economista, doctor por la misma disciplina, ingeniero mecánico y tenista. En las decisiones que ha tomado en los diferentes cargos que ha desempeñado en el sector público, considera que el deporte blanco le ha servido en algunas cosas.

Ahora que lo nombraron secretario de Hacienda, su familia está consciente que tendrá más trabajo. Aunque se dice ser respetuoso de la vida familiar, sobre todo de los demás, admite que este tipo de trabajo requiere de una dedicación bien importante y “en eso vamos a seguir”.

Para hacer su trabajo dice que lo hace siempre pensando que es por el bien de México.

El lado humano

El día que su antecesor y tocayo anunció públicamente que dejaba la Secretaría de Hacienda para solicitar su registro como precandidato a la Presidencia, José Antonio González Anaya sorprendió porque le ganó la emoción que se notó cuando habló con voz entrecortada en el salón Tesorería de Palacio Nacional.

“Si fue un momento emotivo ver la declaración que hacía el doctor Meade. Sí, soy el secretario de Hacienda, pero tengo mi lado humano por ahí escondido”, confiesa

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