Uno de los principales objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 consiste en “Proveer un entorno adecuado para el desarrollo de vivienda digna”, lo que implica inclusión financiera, planeación urbana, transporte y movilidad, construcción sustentable, entre otros temas que forman parte de la política de vivienda de la actual administración

El brindar a los mexicanos un hogar digno es una tarea imperativa. De acuerdo con el censo de población 2010, alrededor de 9 millones de hogares mexicanos, que representan 31% de las viviendas particulares habitadas del país en las que habitan 35.7 millones de personas, se encuentran en rezago habitacional.

A fin de atender a dicho universo poblacional, y de alcanzar una democratización de la vivienda, es primeramente necesaria una labor conjunto entre los sectores público y privado para generar las medidas adecuadas de inclusión financiera. Según cifras de la Sociedad Hipotecaria Federal, del millón 101 mil 381 créditos que compondrán la demanda de vivienda para 2014, el 59% será otorgado por el Infonavit, el 24.1% por la banca comercial y el resto por otros organismos e instituciones. Cabe señalar que la demanda de este año, que se compone del rezago habitacional, la formación de nuevos hogares y la movilidad habitacional, será menor en 3.6% a la del año pasado.

Las políticas de desarrollo urbano, además de su fin de brindar un hogar a quienes carecen de éste, tiene una importante derrama en el ámbito económico. La construcción de vivienda detona el crecimiento en 76 ramas manufactureras, entre las que destacan la industria básica del hierro y el acero, la fabricación de cemento y productos de concreto, fabricación de productos a base de arcillas y minerales refractarios, y fabricación de productos de plástico, entre otros. Asimismo, se observa que otras 70 ramas terciarias son impactadas, y destacan: el comercio, servicios de empleo, la banca múltiple, instituciones financieras de fomento económico, entre otras. También se registra impacto en 12 ramas más de la industria de la construcción, dos de la minería y dos agrícolas.

Un último elemento clave en la nueva política de vivienda consiste en el peso que se le está dando al enfoque de sustentabilidad. Por un lado, destaca el uso de materiales de calidad para brindar seguridad a los habitantes de la vivienda y correspondan a los criterios de sustentabilidad que hoy en día se demandan. Asimismo, se deben resaltar otros esfuerzos del sector público como son la exploración de diferentes metodologías para medir la huella de carbono de las ciudades o la Guía municipal de acciones para el cambio climático, así como el impulso a campañas de reforestación como medida de mitigación de riesgos relacionados con la erosión de suelo en las laderas.

En este contexto, destaca el trabajo que ha encabezado la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), con los desarrollos certificados (antes DUIS) que son una estrategia del gobierno federal para desarrollar proyectos urbanos, administrando eficiente y sustentablemente las reservas territoriales para la vivienda y frenar la expansión desordenada de las ciudades.

*Presidente de Consultores Internacionales, S.C.

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