El sector empresarial advirtió que el crecimiento de la economía va a rondar cerca de 2%, mientras que la industria va a mantener su ritmo de actividad de 2015; además de que les preocupa que siga el crecimiento del gasto corriente y del endeudamiento como en años pasados.

Por una parte, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aseveró que ante el entorno actual lo más importante es que el gobierno cumpla con las metas de reducción de gasto no productivo y de deuda pública.

El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega, aseveró que corrigieron sus estimaciones de crecimiento para México, al pronosticar solamente un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.2% para este año, mientras que la actividad manufacturera se va a mantener igual a la de 2015.

“Estamos pasando un entorno económico complejo. Como industria replanteamos la expectativa de crecimiento, si es que nos va bien estará en lo mismo que el año pasado 1% a 1.5%. Vamos a ajustar las perspectivas de crecimiento para México a no más de 2.2%”.

Para el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, la cifra es un poco mayor, pues estiman una expansión de 2.5%, aunque advirtió que siguen las brechas de crecimiento entre estados, pues en el norte y centro del país se observa mayor actividad productiva que en el sur, por eso es urgente tener la legislación de Zonas Económicas Especiales que reactive a dichas regiones.

Estas estimaciones de crecimiento van en línea con los ajustes hechos el viernes pasado por la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal), que revisó de 2.6% a 2.3% el crecimiento para México en 2016.

El CEESP aseveró que si bien se fijó un rumbo correcto en los Precriterios de Política Económica, es necesario “que verdaderamente se cumpla” con el objetivo de recortar el presupuesto en 132 mil 300 millones de pesos en 2016 y en 175 mil 100 millones de pesos para 2017, a fin de que no ocurra lo que sucedió en 2015, cuando en lugar de contraer el presupuesto en 124 mil millones de pesos, se concluyó el ejercicio con un sobregiro de 197 mil 100 millones de pesos.

Reducir la deuda es también una excelente señal aunque “aún y cuando anticipan un comportamiento a la baja, son más altas en 0.8 y 0.5 puntos porcentuales, respectivamente que las realizadas en el documento de Criterios de Política Económica de 2016”.

En el Análisis Económico Ejecutivo, el centro advirtió que preocupa que la deuda como porcentaje del PIB se ha ajustado al alza desde 2013, porque se llegó a 48.6% y 48.3% para 2016 y 2017, en lugar de 36.2% y 35.8% como se estimó al inicio de la administración.

Para mandar una señal positiva al entorno y dar mayor certidumbre a las inversiones nacionales y extranjeras, es necesario que se trabaje bajo criterios realistas, objetivos y de transparencia.

En el caso del gasto público, detalló el CEESP, que es necesario que se revise su destino final porque a pesar de que históricamente es más alto su eficiencia como generador de crecimiento, la realidad es que ha sido muy limitada.

Además de que el gasto de programas sociales tampoco reduce ni la desigualdad ni la pobreza, temas a considerar, expuso el organismo empresarial en su análisis.

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