La “tertulia”, la idea de abrir un lugar en dónde tomar café y conversar fue lo que llevó a Edmundo Guajardo Treviño a emprender el proyecto de La Charamusca, una cafetería en el centro de Tequisquiapan, con 30 años de historia.

Hoy, el municipio es Pueblo Mágico, y está considerado como un centro turístico importante en el estado de Querétaro, pero el comienzo del negocio de La Charamusca no fue tarea sencilla, a inicios de los años 80 en plena crisis económica.

Tenacidad, paciencia y organización de negocio fue lo que permitió consolidar esta empresa familiar diez años después, platicó en entrevista Guajardo Treviño. Y ahora continuará con su expansión en 2013.

“El negocio surge entre 1981 y 1982, dadas las carencias de lugares de convivencia, de esparcimiento en Tequisquiapan. En ese entonces no había una sola cafetería, únicamente existían sólo cuatro restaurantes, fuera de los hoteles que acaparaban a los turistas”, expuso.

“Así empezó, en un lugarcito de 60 u 80 metros cuadrados tratando de vender café. Era lo que consiste una cafetería, con bebidas, comida rápida, etcétera”, recordó.

“Pero, tuvimos la desgracia de iniciar en una época muy convulsionada en el tema económico en México, como fueron los años 80. Ahí tuvimos todo el repertorio: inflación, recesión, estatización de la banca, nacionalización, devaluaciones, de todo, entonces eso hacía que no se pudiera vivir en un principio del negocio”, aclaró el emprendedor.

De esta forma, el empresario trabajó durante los primeros diez años de existencia de la cafetería, en distintos proyectos, entre ellos, en la obra de la hidroeléctrica de Zimapán.

En aquella época, una década después de su apertura, fue cuando finalmente la economía de la región repuntó, lo que permitió que La Charamusca comenzara a consolidarse como un negocio en forma.

“El crecimiento fue muy, muy lento, porque en primer lugar, está en un pueblo turístico, que depende de visitantes de fines de semana y vacaciones, y por ser un lugar pequeño, pero se lograron sentar bases sólidas”, aseguró Edmundo Guajardo.

Crecimiento, en el nuevo milenio

A partir del año 2000, la cafetería La Charamusca creció de uno, a seis puntos de venta en el estado, y se prepara para ampliar su presencia en toda la capital queretana durante este año en curso.

De acuerdo con Edmundo Guajardo, además buscará la certificación de sus productos, con el fin de garantizar la calidad de servicio y fortalecer cada vez más su operatividad; y trabajarán en una línea de panes, pasteles y postres sin azúcar.

Y es que, destacó, después de 30 años, y con un esquema en el cual se ofrecen productos nuevos, bien hechos y de calidad, la empresa familiar ha logrado posicionarse poco a poco en el estado, en la región del Bajío, así como en el norte del Distrito Federal, donde también tiene distribución.

“Lo que nos distingue es nuestro pan y nuestros pasteles, porque vender desayunos, vamos, no somos los únicos en el estado de Querétaro. La otra parte de nuestro éxito es cumplir lo que prometemos y no engañar, sin escatimar en la calidad de los productos”, finalizó el empresario Edmunfo Guajardo Treviño.

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