La crisis del agua puede llegar a la industria turística nacional en un futuro cercano de no tomar medidas de ahorro y sustentabilidad de manera inmediata, señalaron especialistas participantes en la Jornada 2015 Smart water, Smart destinations, Una visión desde el agua de los destinos turísticos sustentables, organizada por la Fundación Somos Agua.

El asunto, según plantearon, no es menor, pues en 2015 se lograron cifras récord en la industria turística del país. El número de llegadas de turistas internacionales rebasó 14 millones, mientras que las nacionales casi 18 millones, de acuerdo con cifras de la propia Secretaría de Turismo y de otros organismos como el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).

Se informó que en México los viajeros gastan 300 litros de agua diarios por turista contra 286 del promedio global, “todos los destinos turísticos del país han llegado el denominado punto de quiebre, que es cuando la demanda supera la oferta hídrica sustentable”.

La Costa Chica de Guerrero por ejemplo, para 2030 puede alcanzar una demanda de 573 hectómetros cúbicos (Hm3) contra 197 Hm3 de oferta sustentable; la Costa Grande, para el mismo año, demandará 304 Hm3 contra 181 de oferta. “Déficits muy preocupantes de no hacerse algo”. Un Hm3 equivale a un millón de metros cúbicos.

Carlos Garriga, manager de We are Water, comentó a EL UNIVERSAL que los empresarios turísticos mexicanos deben considerar de manera inmediata emprender un proyecto y una inversión en valores de sustentabilidad.

“La propia localización de los resorts debe estar en sintonía absoluta con la sustentabilidad, si no hay agua en esos destinos turísticos va a ser muy difícil que sobreviva y crezca, por mucha playa que tenga o mucho sol, sería una pérdida de inversión brutal”, dijo.

Recomendó a las grandes cadenas turísticas del país fijarse objetivos de sustentabilidad en los hoteles y desarrollos que ya tienen. “Fijarse reducir 10% de consumo de agua o 20%, algo medible y que la tecnología ahorre al propio ahorro, además de concientizar al huésped”.

Alertaron además sobre el crecimiento de la mancha urbana que provoca la pérdida de cobertura vegetal y abastecimientos de fuentes de agua dulce, We are Water señaló que la política turística y la de agua en México están desconectadas.

“No había planes de abasto de agua o tratamiento de residuos, Fonatur no medía los daños ambientales ni sociales en la urbe que serviría y no existían políticas integrales ni secuenciales”.

Desarrollos como Playa Espíritu, al sur de Mazatlán, se han condicionado hasta la edificación de la presa Santa María y la construcción de la marina se discute ante el riesgo de la salinización del acuífero Laguna Agua Grande.

La ONU indicó que los hoteles con equipos de ahorro de agua tuvieron una relación de inversión contra ahorro, de 2 mil 884 dólares totales”.

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