Como es tradicional, el nivel general de precios en México reportó una baja mensual en mayo, producto de los subsidios que el gobierno otorga a las tarifas eléctricas en 10 ciudades del noroeste del país por las altas temperaturas pero, pese a ello, la inflación anual retomó su tendencia al alza.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un retroceso de 0.45% respecto al mes previo aunque en su variación anual llegó a 2.60%, tasa superior a la de 2.54% registrada en abril, informó el Inegi.

Lo anterior fue producto del mayor dinamismo del índice de precios sub yacente, que elimina bienes y servicios cuyos precios son volátiles. Dicho índice tuvo un alza mensual de 0.21% y una tasa anual de 2.93%, cerca de la meta de 3% del Banco de México y superior al 2.83% de un mes antes.

Al interior del índice de precios sub- yacente, destaca el avance en los precios de alimentos, bebidas y tabaco, que en mayo fue de 3.79% anual frente a 3.37% un mes antes. El alza anual de servicios subió moderadamente para ubicarse en 2.41%.

Siguiendo el fenómeno de traspaso cambiario a la inflación (pass-trough), el componente que marca dicho evento está al interior del índice de precios subyacente en el rubro de mercancías, mismo que presentó una expansión en mayo de 3.55%.

Al desagregar el indicador, el componente de mercancías no alimenticias creció a una tasa anualizada de 3.35%, superior a la de 2.44% observada en el mismo periodo de 2015.

Pese a lo anterior, el traspaso cambiario a la inflación se ha efectuado de manera ordenada hasta el momento, por lo que, aún no es un riesgo potencial para la política monetaria del Banco de México, advirtió Dolores Ravmón Correa, analista económica de grupo financiero Ve por Más.

El índice de precios no subyacente mostró una reducción mensual de 2.51% y una tasa anual de 1.55%. El descenso del índice de precios no sub- yacente fue resultado de las disminuciones de 0.77% en los precios de los productos agropecuarios y de 3.65% en los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, derivado de la aplicación del esquema de tarifas eléctricas de temporada cálida en 10 ciudades del país.

La depreciación del peso no ha generado efectos de segundo orden en la inflación, mientras que el bajo crecimiento de la economía tampoco ha provocado presiones sobre el nivel general de precios derivadas de una mayor demanda agregada, explicó Joan Domene, analista de Invex.

Sin embargo, no descarta una reacción por parte del Banco de México ante la reaparición de fuertes episodios de especulación sobre el peso que pongan en peligro el cumplimiento de la meta de inflación.

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