Los precios de la canasta básica cada vez son más caros, pero en mayo pasado registraron el incremento más importante en más de 16 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El índice que mide los 82 bienes y servicios de consumo indispensable reportó un crecimiento anual de 8.48% en mayo, la variación más elevada desde diciembre de 2000.

El incremento superó a la inflación general, que en el periodo fue de 6.16%, que también se ubica como la más alta desde abril de 2009.

La canasta básica agrupa productos genéricos que comprenden alimentos como arroz, azúcar, frijol, huevo; servicios públicos como transporte colectivo, metro, taxi, o bienes relacionados como la gasolina, y mercancías de salud y cuidado personal como medicamentos analgésicos y antibióticos, principalmente.

De los 82 productos que conforman la canasta básica, 78 registraron incrementos de precios en su comparativo anual durante mayo de 2017.

Destacó el caso de la gasolina de alto octanaje (Premium), que resultó 27.7% más gravosa para los bolsillos de los consumidores. El metro y el transporte eléctrico mostraron una variación de 25.8%; la gasolina de bajo octanaje (Magna) tuvo un alza de 22.4%.

Otros productos con incrementos por encima de la inflación general fueron: azúcar, gas doméstico natural, frijol, atún y sardina en lata, autobús urbano, arroz, pilas, masa y harina de maíz.

Los bienes y servicios que conforman la canasta básica fueron seleccionados por los representantes de los sectores firmantes del Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico a finales de 1988, cuyo contenido se ha ido adecuando con los años, de acuerdo con los nuevos hábitos de consumo de la población de bajos recursos.

Tendencia alcista. La inflación general de México tuvo una variación de 6.16% anual durante mayo de este año, lo que la llevó a alcanzar su nivel máximo de los últimos ocho años.

Si bien en su variación mensual (mayo contra abril) reportó una disminución —por los menores precios de la electricidad como parte del inicio de tarifas de verano en algunas regiones del país—, fue insuficiente para que en su comparativo anual revirtiera la tendencia alcista que trae el indicador en este año.

La inflación subyacente, considerada como el mejor parámetro para medir el indicador porque elimina los precios de los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, tuvo una variación de 4.78% en mayo de 2017.

En cambio, la inflación no subyacente —que agrupa los productos más volátiles como agropecuarios, energéticos y tarifas del gobierno— reportó un alza de 10.6%, la tasa más alta desde noviembre de 2004.

La más reciente encuesta de expectativas de los especialistas en economía del sector privado de mayo, que realiza el Banco de México (Banxico), registró un ajuste al alza en las previsiones sobre inflación.

En ese ejercicio, donde participaron 36 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero, movieron los pronósticos a una inflación general de 5.9%, desde 5.7% que anticipaban en la consulta de abril.

“Ante este escenario inflacionario esperamos que el Banco de México decida incrementar la tasa de referencia en al menos otros 50 puntos base antes del cierre del año, hasta un nivel de 7.25%”, dijo el analista económico de Invex, Joan Domene.

La experta económica de CitiBanamex, Daniela Blancas, explicó que pese a la tendencia creciente de la inflación, el porcentaje de artículos que suben de precio más de 6% disminuyó por primera vez en el año.

La especialista comentó que ese dato puede dar una señal de que la inflación se estabiliza; sin embargo, el grupo financiero anticipa que el indicador va a llegar a un punto máximo de 6.23% en julio próximo.

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