El consumo de las familias y las empresas privadas retrocedió durante febrero, producto de la fuerte volatilidad e incertidumbre que se registró entonces. Lo anterior llama la atención, sobre todo si se toma en cuenta la importancia que tiene el consumo privado en el dinamismo de la economía mexicana.

El indicador mensual del consumo privado en el mercado interior descendió en términos reales 1.1% durante febrero de 2016 frente al mes inmediato anterior, con cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Inegi. Dicho retroceso mensual es el más fuerte desde agosto de 2013, cuando bajó 1.5%

Resultado de ello, el crecimiento del indicador respecto al mismo periodo del año anterior se ubicó en 3.2% en febrero, cifra inferior al 4.5% reportado en enero, y una de las tasas más bajas cuando menos desde julio del año pasado.

Hay una desaceleración en el consumo privado de febrero, pero no implica un cambio de tendencia; cuando se observan los crecimientos anuales, van en el mismo ritmo que en el primer trimestre del año pasado, cuando fue de 2.9%, comentó James Salazar, analista económico de CI Banco.

Hay que recordar que febrero ha sido uno de los meses más complicados hasta el momento en términos de volatilidad para los mercados financieros, pues se observó una caída fuerte en la mayoría de los indicadores de confianza, tanto del consumidor como empresarial, por la incertidumbre que provocaron eventos como la fuerte depreciación del tipo de cambio y de las bolsas. Ello pudo haber afectado en el ánimo de las familias y las empresas, quienes pospusieron un poco sus decisiones de compra, agregó el especialista.

Salazar explicó que todavía no se puede hablar de un cambio de tendencia, pues los otros indicadores de consumo como ventas al menudeo y de la ANTAD, o el indicador que elabora Walmart, que en abril todavía tuvo buen crecimiento. Ante ello, se estima que sólo se trata de una moderación en el ritmo de crecimiento que reportaba el consumo privado.

Por componentes, el consumo de bienes y servicios de origen nacional cayó 1.1% y el de los bienes de origen importado aumentó 2.1% en el segundo mes del presente año respecto al mes precedente.

Este dinamismo de la demanda de productos importados puede ser resultado de que a pesar de la depreciación del tipo de cambio, la diferencia de precio con algunos productos sustitutos locales (eléctricos y electrónicos, principalmente) hace todavía atractivo adquirirlos de fuera, explicó Salazar.

En su comparación anual, los gastos en bienes de origen importado se elevaron 8% en febrero, mientras que los bienes y servicios nacionales avanzaron 3.2% (los de Bienes fueron mayores en 1.7% y los de Servicios en 4%) con relación a los de igual mes de 2015.

En tanto, el crecimiento del consumo en servicios es un reflejo de la mejora en el salario real y la creación de empleo, ya que cuando las cosas van relativamente estables, entonces aumenta la demanda, incluyendo los servicios que en determinado momento se podría posponer, afirmó el especialista de CI Banco.

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