El diagnóstico de una enfermedad o si ocurre un accidente pueden requerir la hospitalización, lo que requerirá de la atención de la familia, tanto en tiempo como en dinero, por ello es importante prevenir estas situaciones con un seguro de gastos médicos que evite que también se lesione su economía.

Hay que distinguir dos tipos de servicios en el mercado, los seguros de salud y los de gastos médicos mayores, donde la clave para ahorrar y tener la mejor calidad en el producto es conocer cómo funcionan y las necesidades médicas que se pueden llegar a presentar.

Los seguros de salud buscan prevenir y restaurar la salud de las personas, mediante una red de hospitales y médicos previamente seleccionados y certificados, para que en caso de una enfermedad, el asegurado pueda ser atendido lo más cerca a su hogar y con la mejor calidad.

Son ideales para quienes requieren consultas médicas frecuentes, ya sea por una enfermedad recurrente o por un caso aislado, el cual puede llegar a requerir sólo un tratamiento externo o en el hogar.

En el caso de los gastos médicos mayores, ofrecen al cliente cubrir los costos de la hospitalización y el tratamiento de recuperación en caso de un accidente o del diagnóstico de una enfermedad crónica degenerativa.

En este tipo de seguros, se debe tener en cuenta dos conceptos al elegir cuál es el que más te conviene: el deducible, que puede ser una cantidad fija o bien especificarse en salarios mínimos que se pagará por cada evento antes de que la empresa aseguradora comience a pagarte algún beneficio.

Así como el coaseguro, que es su participación en el costo total del siniestro; ambos conceptos se establecen como una medida para que el asegurado comparta parte de la responsabilidad de los gastos.

Para cada plan de seguro existe una cobertura específica, por lo que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda que al contratar el servicio, es conveniente revisar el contenido de la póliza y verificar que la cobertura del plan cubre las necesidades médicas y que está dentro del presupuesto familiar.

Las prestaciones más comunes que tienen estos seguros son: cuarto privado o compartido y alimentación en el hospital, cama extra para un acompañante —cuando el asegurado esté internado— servicios generales de enfermería, laboratorios y estudios de rayos X, medicamentos dentro de las instalaciones y honorarios de los médicos.

Asimismo, están cubiertos los costos de las operaciones y servicios de anestesia, de la terapia intensiva, los servicios de transporte de urgencia, y en algunos casos, las terapias fuera del hospital como paciente externo.

El programa Finanzas Personales de VISA señala que cada institución aseguradora tiene políticas específicas para cada padecimiento, aunque en algunos casos sólo se especifican las enfermedades más recurrentes.

Por ello, se debe estar muy atento a las condiciones de cada enfermedad para que ésta sea cubierta por el seguro, como es el caso de los períodos de espera en el caso de enfermedades como el VIH-SIDA, que suele ser de cinco años, es decir, que esta enfermedad está cubierta durante cinco años consecutivos una vez diagnosticada la enfermedad.

Hay que tomar en cuenta que una vez que se decidió por la contratación de un servicio de gastos médicos mayores, se llevarán a cabo exámenes para determinar si existen enfermedades en el cliente, las cuales quedarán excluidas en la póliza del seguro.

Esta limitante está ligada a los períodos de preexistencia, con lo que las compañías de seguros, certifican que no existen enfermedades originadas antes de iniciar la cobertura, adicional a cuestionarios o exámenes médicos que pueden requerir para emitir la póliza.

Los especialistas destacan que cuando ocurre un accidente, las aseguradoras normalmente cubren los costos de la ambulancia, hospitalización, médicos especialistas, tratamientos, pero se excluyen los productos que el asegurado solicite adicionalmente, como podrían ser los gastos por cirugía estética, productos de belleza, ropa, camas adicionales y otros similares.

Hay que tomar en cuenta que tanto para los seguros de salud, como los de gastos médicos mayores, el costo del servicio aumentará entre más coberturas de enfermedades existan, así como el servicio y tipo de hospital al que se acudirá, por lo que es importante que no se deje llevar sólo por las recomendaciones del agente de seguros y analice cuáles son sus verdaderas necesidades y el monto que puede pagar por el servicio.

Si después de revisar su presupuesto no le alcanza para alguno de los seguros anteriores, una solución es optar por los seguros básicos de salud y de gastos médicos, que cubren los riesgos más comunes y cuentan con un modelo de contrato que permite comparar las tarifas de todas las instituciones que ofrecen estos productos.

Si bien la cobertura es básica, también el costo de estos es menor al de uno de gastos médicos mayores; sin embargo, la red de hospitales es pequeña y no manejan en todos los servicios la mejor calidad.

Dado que el adquirir un seguro de salud es una inversión de la que dependerá su salud física y de sus fianzas familiares, es determinante que se tome el tiempo para comparar precios y calidad en el servicios entre las distintas empresas. La Condusef ofrece en su página de internet el Registro de Seguros Básicos, donde se podrá tener información al respecto, además de la consulta que se realice con el agente de la empresa.

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