Con críticas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), empresarios mexicanos aseguraron que el acuerdo no generó los beneficios que se esperaron y que mantiene infraestructura de antaño, entre otros problemas que deben resolverse para no perder los beneficios.

El ex titular de la Coordinadora de Organismos Empresariales de Comercio Exterior (COECE), Juan Gallardo Thurlow, dijo que hay que mejorar tres aspectos: simplificar los trámites para comprobar la regla de origen, hacer un “pre-cleareance” o precertificación de mercancía para agilizar el cruce fronterizo y fortalecer el esquema de solución de controversias.

El mecanismo para resolver conflictos del TLCAN no tiene “ni la velocidad ni da los resultados que se esperaría” sobre todo en la ejecución, dijo el también presidente de Grupo Azucarero Mexicano.

A su vez, el presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), Valentín Diez Morodo, resaltó el problema de que la región registra retrocesos en captación de inversión extranjera directa y, en participación económica y comercial mundial.

Por falta de competitividad el tratado trilateral no generó los beneficios que se esperaron para México y, los que se lograron se dispersaron con la firma de nuevos acuerdos de libre comercio con otros países, agregó el dirigente del grupo empresarial.

En tanto, el presidente del Consejo de Administración y Director General de Grupo Bimbo, Daniel Servitje, convocó a evitar “que el TLCAN no se quede estático”, por las ineficiencias en el cruce de cargamentos en los cruces fronterizos.

Durante el seminario sobre los 20 años del TLCAN, que organizó el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), el empresario aseguró que “urge repensar las fronteras, repensar la forma cómo se transportarán las mercancías”, porque “tenemos infraestructura del siglo pasado”.

Las aduanas estadunidenses debieran operar las 24 horas los siete días de la semana porque “no podemos pensar en estas limitaciones” ni en la falta de carriles rápidos para el cruce de mercancía, destacó Servitje, quien aseguró que gracias al TLCAN de 40 rutas que tenía Bimbo subió a 12 mil y de 1 planta a 67.

El presidente para AL de Bombardier, Carlos Represas, precisó que el siguiente paso del tratado trilateral debe de ser el Norteamérica 2.0, no TLCAN 2.0, pero hay que admitir que tenemos una “agenda pendiente entre Canadá y México”.

Otro de los aspectos que afecta se atraigan más beneficios del acuerdo entre México, Canadá y Estados Unidos es el que nuestro país “sufre un poco de mala imagen”, aseguró el presidente del Consejo de administración de Alfa, Armando Garza.

Diez Morodo, presidente del COMCE, declaró que uno de los problemas de México es que la falta de competitividad le restó beneficios al TLCAN.

Falta trabajar en mejorar las cadenas de proveeduría en la región, especialmente para la industria automotriz en desarrollar proveedores de segundo nivel, dijo el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Eduardo Solís.

Para la ex representante comercial estadounidense, Carla Hills y el exsecretario de comercio y fomento industrial, Jaime Serra, para mantener los beneficios del Tratado es necesario que a Canadá y a México se les integre en las negociaciones entre Estados Unidos y Europa y que los tres países socios coordinen su posición en el TPP.

Hills afirmó que se necesita liderazgo de los presidentes para que la región de Norteamérica se integre más y no sigan negociando por separado, porque tener distintas reglas causaría una erosión.

Ayer mismo, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que en febrero los presidentes de México y EU firmarán dos acuerdos: Promoción conjunta de inversiones y un acuerdo de conectividad para tener mayor fluidez aérea. Añadió que en la reunión del 19 de febrero del Diálogo Económico de Alto Nivel se determinará una agenda para mejorar la competitividad.

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