Ante la reforma energética, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) levanta la mano y prepara la construcción del Centro de Tecnologías para Aguas Profundas (CTAP), mediante el cual pretende proveer el 84% de la demanda promedio de los servicios que requiere Pemex e incluso a empresas extranjeras que lleguen a nuestro país, en el periodo 2016-2026.

Además, con el ambicioso complejo que será construido en el Ex-Ejido San José Novillero, en la margen derecha del río Jamapa, en el Municipio de Boca del Río, Veracruz, el IMP se ha propuesto salir a vender los servicios a otras compañías petroleras en el mundo, y por regiones:

En Estados Unidos a Chevron, Exxon, Conoco-Philips y Shell, entre otras; en Latinoamérica a Petrobras, PDVSA y Ecopetrol; y, en Europa a Statoil-Hydro, Total y Eni.

El estudio costo-beneficio del centro cuya copia posee EL UNIVERSAL, señala que el monto de inversión del centro es mil 711.7 millones de pesos más el valor del terreno estimado en 663 mil 520 pesos, para un total de 2 mil 375.2 millones de pesos.

De ese monto, aproximadamente 572 millones provendrán de donaciones de Veracruz; otros mil 295.6 millones del Fondo Sectorial Conacyt Sener Hidrocarburos (FSCSH) que será utilizado para la compra de equipos; y, 595.4 millones son recursos propios del IMP para su construcción.

Los principales beneficios que se esperan alcanzar con este centro se resumen en: proveer desarrollos y servicios de alto contenido tecnológico a la industria petrolera para la explotación de campos en aguas profundas y ultra-profundas; contar con tecnologías propias para el diseño, el desarrollo y la operación de campos en aguas profundas y ultra-profundas; ahorrar divisas por pago de servicios y formación de especialistas de alto desempeño; contar con soluciones tecnológicas a la problemática identificada en Pemex; reducir inversión y gastos de operación para la industria petrolera y generar empleos en la zona.

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