La inflación medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor durante la primera quincena de enero de 2015 en relación con la segunda quincena de diciembre resultó en -0.19%. Con ello, la inflación anual en dicha quincena fue de 3.08%, la menor variación desde julio de 2006. ¿Fue sorpresivo ese resultado cuando comúnmente hablamos de la “cuesta de enero” y se esperan aumentos significativos en la inflación?

Hasta cierto punto no lo fue. Ya desde noviembre, el Gobernador del Banco de México venía declarando que si bien la inflación cerraría 2014 en alrededor de 4% (fue 4.1%), sería de esperarse que al inicio del presente año se observaría una fuerte caída en los precios. No es que el Gobernador tenga una bolita de cristal, sino que se sabía que con la eliminación del cobro de llamadas de larga distancia a partir del 1 de enero y con un sólo “gasolinazo” a principios de año, la presión de los precios durante los primeros meses del año cedería.

Donde quizá sí hubo cierta sorpresa fue en la caída de los precios del costo del transporte aéreo y los paquetes turísticos cuyos precios se redujeron 16.2 y 6.6% respectivamente. Ambos rubros impactaron el renglón de servicios de la inflación subyacente que apenas varió -0.09%. En la inflación no subyacente (-0.48%), sí resultó sorpresiva la disminución del rubro de frutas y verduras de -5.84%.

Destacó la contracción en los precios de jitomate (-32.8%) y chile poblano (- 24.8%). Fue un comportamiento sorpresivo porque refleja que las condiciones climatológicas de ciertas hortalizas no fueron tan severas.

Como puede apreciarse, los principales factores que causaron la baja quincenal de 0.19% en la inflación fueron variaciones en ciertos precios relativos, que desde luego no tienen nada que ver con la política monetaria del banco central. La tasa de referencia ha permanecido en 3%. Fue una afortunada combinación de factores exógenos que dieron ese resultado. Buena suerte para el Banco de México dirían algunos.

Pero esto desde luego no exime a la política monetaria de mantenerse atenta para actuar hacia adelante. El objetivo del banco central es alcanzar una inflación anual permanente de 3%. Ciertamente se vislumbran elementos para alcanzar por primera vez en años esa anhelada meta. Una política monetaria más activa podrá contribuir al objetivo. Se sabe que conforme el FED en Estados Unidos proceda a la normalización de su política monetaria aumentando la tasa de fondos federales, el Banco de México deberá sincronizar su política haciendo lo propio. En el IMEF tenemos hoy la expectativa de que el banco central aumente su tasa de manera gradual al igual que lo hará el FED. Esperaríamos en el año 4 incrementos de 25 puntos base cada uno para llevar la tasa del 3% actual a 4% a fin de año.

En el IMEF coincidimos de que los principales factores para alcanzar una inflación de alrededor de 3% son: el desvanecimiento del efecto de las modificaciones fiscales de 2014; la disminución en los precios de las telecomunicaciones, de la electricidad y que no habrá aumentos en el precio de la gasolina después de enero, que aún prevalece holgura en la economía, y que el banco central conducirá una política monetaria congruente. Pero también coincidimos en los riesgos para alcanzar la meta: una significativa volatilidad y debilidad prolongada del peso que pudiera aumentar la transmisión de depreciación a inflación; un resurgimiento de aumentos significativos en los componentes no subyacentes como frutas y verduras; y posibles incrementos salariales fuera de línea con la productividad.

Si el Banco de México se mantiene atento en su manejo monetario y algunos precios relativos clave no se disparan, existen muy buenas posibilidades de que en 2015 se alcance la meta inflacionaria del 3%. Como lo ha expresado un ex Subgobernador del Banco de México y buen amigo, los bancos centrales son como los guardametas en el futbol: además de su habilidad, un portero sin suerte no es buen portero. Qué mejor que festejar en este año del 90 aniversario del Banco de México que se alcance la meta del 3%. Sería además un buen resultado para la conclusión del periodo del Gobernador.

Presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF federico@rubli.net

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