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Si ves llegar la quincena cual ola que cubre la playa, y después desaparece al minuto siguiente sin dejar rastro, no eres el único. No saber a dónde se fue tu dinero —54% no realiza ningún registro físico de sus ingresos, según una encuesta de la UNAM y Banamex— y ahorrar casi nada son el coco de muchos de los mexicanos.

Pero la realidad es que eso provoca que haya personas que no puedan enfrentar los imprevistos de la vida, y que se convierten posteriormente en ancianos pobres.

Para entender la dimensión de nuestro problema de ahorro, van algunos datos. Según la encuesta Conocimiento y Percepción del Sistema de Ahorro para el Retiro, realizada por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), 66% de las personas en México no guarda dinero para el futuro. Y del restante 34% que lo hace, 70% es para emergencias, es decir que no tienen realmente una estrategia trazada. De los que sí lo hacen, un porcentaje significativo (30%) lo hace por medios informales, como tandas, guardaditos y alcancías.

¿Por qué es importante ahorrar y hacerlo lo antes posible? Porque hará que duermas mejor (no te levantarás en la madrugada presa de tus preocupaciones financieras), pero también te ayudará a afrontar de mejor manera el futuro, porque conforme va pasando el tiempo vas perdiendo capacidad de generar riqueza.

Así lo demuestra un estudio de Payscale, el cual examinó las edades de los trabajadores a las cuales los salarios están en la cima y encontró que conforme avanza la vida laboral el ingreso va subiendo pero en algún momento se estanca y va en retroceso, justo cuando va camino al retiro. El pico para los hombres está en los 48 años, mientras que en las mujeres antes, a los 39. Y es aquí, en la edad menos productiva, cuando te vas a lamentar el no haber ahorrado lo suficiente. Lo cual, en general, es el común entre los mexicanos, ya que seis de cada 10 mexicanos no incrementa su patrimonio para su retiro.

Así que más vale que te pongas a construir riqueza desde ya. Ésta no tiene que ver con tu sueldo ni con tu poder adquisitivo. “La riqueza no tiene que ver con cuánto ganas, sino con cuánto te quedas de lo que ganas. Lo primero tiene que ver con tener un muy buen estilo de vida, vives bien pero no dejas de ser pobre. Lo otro tiene que ver con construir un patrimonio a través del tiempo”, explica Laura Seira, fundadora de la consultoría Toda la Diferencia.

Sí, es difícil porque ahorrar debe convertirse en un hábito, de lo contrario, es muy probable que no veas resultados y te desanimes.

¿Por dónde empezar? Primero, hay que hacer una radiografía de lo que dicen las mejores prácticas de ahorro. 40% lo debes de guardar y 60% debes gastar de forma corriente, según explica Laura.

Pero no sólo es que metas este 40% en una cuenta de banco –de hecho, sería lo peor que podrías hacer porque esto implica que tu dinero estaría perdiendo valor a través del tiempo por la inflación– sino que lo distribuyas de acuerdo con tus metas.

El 10% de ese total debe irse a metas de corto plazo, es decir, vacaciones, coches, bolsas, entre otros conceptos.

Otro 10% corresponde a metas a mediano plazo. “Es de los ahorros más importantes porque el ahorro a corto plazo no genera patrimonio y éste sí”, explica la especialista. Si quieres comprar una casa, por ejemplo, iría a este fondo.

El otro 10% se va para tu retiro, es decir, para el ahorro a largo plazo.

El último 10% será para construir un fondo de emergencia, el cual te protegerá del desempleo o de cualquier otro imprevisto, y debe ser de al menos tres meses de tu sueldo. El 60% restante, gástatelo.

Ahora sí, a empezar

Para comenzar en este camino del ahorro –que puede parecer complicado– estas claves te ayudarán a llegar a viejo con un hábito ya forjado y con un patrimonio sólido.

Fortalece los cimientos. De nada sirve que ahorres si en una emergencia vas a tener que vender la casa, el auto y todo lo vendible. La especialista de Toda la Diferencia explica que la solidez de tus finanzas te la dan tres puntos: un buen seguro de gastos médicos, un fondo de emergencia (al que se va uno de los 10% de ahorro) y un seguro de vida e invalidez.

“En estos tres está la base. Hemos visto muchos casos de gente que ahorra toda la vida y tiene bienes pero no tiene seguro de gastos médicos, se va al hospital y pierde su patrimonio”, explica. Ahora bien con respecto a estos tres: el seguro de gastos médicos se recomienda sea por al menos 10 millones de pesos, el seguro de vida e invalidez que cubra al menos 30 años tus gastos y el fondo de emergencia que sea de tres meses de tu sueldo.

Ahorrar no es lo mismo que invertir (cuidado con la inflación). Si tienes tu dinero en una cuenta de banco o en un cochinito tienes que saber que año con año vale menos, porque la inflación —un aumento sostenido en los precios— es cada vez más grande. Al menos, tendrías que estar ahorrando en algún lugar que te diera 4% (que es al ritmo al que crece en promedio la inflación en México) de rendimiento para que pudieras hacerle frente a ésta. Seguramente, tu siguiente pregunta es: ¿entonces en dónde ahorro? Hay muchos instrumentos que hacen que tu dinero corra el menor riesgo posible y genere rendimientos como los instrumentos de deuda fija. Si bien los Cetes (que son bonos con los que se financia el gobierno mexicano) están dando muy poco rendimiento, existen fondos como Bonddia que pueden darte ese rendimiento para sobrellevar la inflación, explica la especialista.

Aprovecha la automatización. Domicilia todo el ahorro. “La mejor manera es que direcciones tu ahorro y tengas un instrumento que te quite el dinero antes de que te lo gastes con cargo automatizado a tu tarjeta de débito o crédito”, explica Laura.

De poquito en poquito. Lo ideal es que se convierta en un hábito y en que seas lo más ordenado posible al respecto, pero no olvides que las pequeñas cantidades sí importan.

“La clave para la prosperidad financiera es darse cuenta el potencial valor de cada dólar (en este caso cada peso) que cae en tus manos”, explica Joshua Kennon, un experto especializado en inversiones para principiantes que escribe en beginnersinvest.about.com. Un dólar hoy vale más que un dólar del futuro precisamente porque el dinero pierde valor por la inflación. Puedes comprar más —o ganar más por la inversión que hagas— con el dinero de hoy que con el de mañana. Así que sí, es importante que ahorres aunque sea en pequeñas cantidades.

Pienso primero y luego compro. Es importante que antes de pasar la tarjeta o de sacar la cartera identifiques si lo que vas a comprar es una necesidad, un deseo o un capricho. “La regla es: las necesidades se pagan en efectivo, por ejemplo, la comida; los deseos, como un coche, por ejemplo, a meses y los caprichos, una bolsa de 100 mil pesos o un coche de dos millones de pesos, en efectivo, no hay manera de endeudarse por un capricho”, explica Laura.

Regístralo. Sea como sea, en aplicación móvil, en un cuaderno de gastos, o como mejor te acomode, pero toma nota de lo que gastas de forma ordenada, es decir, haz un presupuesto. No es tan complicado, primero, tienes que incluir tus gastos fijos, renta, luz, agua, electricidad, etcétera y a eso, le sumas el ahorro. Lo que te sobre entonces sí, gástatelo libremente. Y si te sobra, vuélvelo a ahorrar.

En distintos instrumentos. Si bien es importante ahorrar, también es necesario hacerlo en diferentes medios (la cuenta de banco y el cochinito no son una opción). Esto depende del plazo y de los beneficios que te dará cada uno. Por ejemplo, para el ahorro de largo plazo, o sea tu retiro, es recomendable que uses tu Afore pero también que busques un plan personal de retiro que te permita deducir una parte de lo que ahorras y obtener distintos esquemas que te permitan optimizar tus recursos cuando llegue el momento. El de corto plazo, por supuesto, necesitas que sea líquido, por lo que instrumentos de renta fija podrían ayudarte.

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