La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos generó incertidumbre entre los extranjeros, principalmente en los más de 10 millones de mexicanos —legales e indocumentados— que habitan en el país del norte.

Trump generó un discurso de odio en contra de los mexicanos; sin embargo, las deportaciones están en niveles más bajos que en la administración anterior, que encabezaba Barack Obama.

El Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que, del 1 de enero al 31 de marzo de este año, 31 mil 467 mexicanos fueron deportados; en el mismo periodo del año anterior fueron 50 mil.

El miedo y el posible gravamen a las remesas provocó el disparo del dinero proveniente del país vecino del norte.

En Querétaro, las remesas aumentaron 16% en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2016. El reporte del Banco de México (Banxico) indica que se recibieron 128 millones 854 mil 921 dólares.

El crecimiento, de acuerdo con analistas, responde a la coyuntura política que vive EU, en donde los extranjeros —por temor al gravamen en los envíos de dinero— están enviando dólares a su país de origen.

Marco del Prete Tercero, secretario de Desarrollo Sustentable en Querétaro, reconoció la labor de los queretanos que trabajan en el extranjero, aunque no es el escenario ideal para la generación de economía.

“[El aumento de las remesas] es una coyuntura en el sentido de que: Empiezo a mandar dinero, no nos vayan a poner impuestos por las remesas, hay que irlo revisando. Es una situación excepcional y analizar si hay o no riesgos, pero ante el temor de un impuesto están mandando antes”.

“Lo que los paisanos trabajan, y trabajan bien en otros países, impulsa la economía del estado, beneficia. No es el mejor escenario, hay que ser muy precisos, lo que buscaríamos es que esas personas encuentren oportunidades de empleo aquí, que los recursos sirvan para generar empresas queretanas, fomentar emprendedurismo entre los queretanos”, señaló.

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