Con una inversión superior a los 8 millones de pesos, la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) tiene como meta construir, hasta el cierre del año, 35 hornos ecológicos para la producción de tabique recocido en los municipios de San Juan del Río y Tequisquiapan, informó el titular de dicha dependencia, Marcelo López Sánchez.

Este programa tiene tres objetivos: la mejora del proceso de producción, incrementar las ventas de esta mercancía y contribuir a la disminución de emisión de contaminantes atmosféricos que son generados con el uso de hornos convencionales en la cocción de este material, explicó.

El funcionario dijo que tan sólo en la localidad de San Nicolás, Tequisquiapan, existen alrededor de 180 hornos convencionales para la producción de ladrillo y en todo el estado hay 300 aproximadamente.

Se estima que por lo menos cada uno de ellos son encendidos una vez por semana, aunque no de manera simultánea; la contaminación del medio ambiente por este proceso es alta por lo que a través de una empresa asentada en el municipio de Tequisquiapan y en coordinación con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) se logró el diseño de una tecnología para la fabricación y operación de estos hornos con lo que ha sido posible reducir la contaminación en hasta 90%.

“Esta tecnología que se desarrolló por una empresa de Tequisquiapan, con el apoyo de la UAQ, tiene la tecnología para reducir prácticamente 90% de las emisiones contaminantes a la atmósfera (…) este año, con recursos de Sedesu, vamos a hacer tres más, con recursos del Programa de Compensación de Huella de Carbono un horno adicional, estamos gestionando recursos con la Secretaría de Economía para cuatro hornos adicionales”, afirmó.

López Sánchez dijo que, en fechas recientes, se presentó ante la federación la solicitud de apoyo para construir 25 hornos adicionales, para lo cual ya fueron, verbalmente, autorizados 5 millones de pesos.

Esta cantidad de obra proyectada para el año en curso se adiciona a la construcción de tres instalaciones que fueron edificados con presupuesto de la misma Secretaría en 2013, puntualizó.

Se estima que para la construcción de cada horno ecológico se requiere de una inversión promedio de 250 mil pesos.

“Es una realidad de que, por lo menos una vez a la semana, los ladrilleros prenden su horno y es altamente contaminante, esta es una solución tecnológica que va bien, tiene un costo competitivo para operarla y tiene condiciones favorables para los habitantes de la zona”, destacó Marcelo López.

El funcionario manifestó que la dependencia a su cargo tratará de avanzar en el cambio de este tipo de instalaciones durante lo que resta de este gobierno, esperando que el programa se convierta en una prioridad y que se le dé continuidad en las administraciones posteriores.

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