En lo que va de la presente administración, los ingresos tributarios han logrado mantener el monto recaudado de más de 1.4 billones de pesos que se tenían cuando el presidente Enrique Peña Nieto tomó posesión al frente del gobierno, cuando aún existían los impuestos empresarial a tasa única y el que se aplicaba a los depósitos en efectivo, con un crecimiento importante del padrón de contribuyentes de 29% en tres años.

Sin embargo, dada la caída del precio del petróleo, los recursos derivados de la venta de la mezcla de exportación presentan un desplome y la deuda neta creció considerablemente.

Al cierre de 2012 los ingresos petroleros sumaban 1.3 billones de pesos, que casi se han esfumado en lo que va del año con los 470 mil millones de pesos que se reportaron hasta julio.

Hace tres años, la mezcla mexicana de exportación se cotizaba en promedio en 102.13 dólares por barril y hoy a 48.52 dólares.

“Si bien los ingresos fiscales se han incrementado, son insuficientes; el peso del petróleo en el presupuesto bajó, pero seguimos teniendo una gran dependencia, ya que le pegó muy fuerte a las finanzas públicas, por lo que se tuvo que hacer un ajuste al gasto y la propuesta del presupuesto base cero”, dijo el presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), Carlos Reta Martínez.

Dice que además nos encontramos en condiciones externas muy difíciles, con lo cual la economía nacional no ha podido lograr saltar los obstáculos.

“El crecimiento es todavía uno de los pendientes, así como una mejor distribución de la riqueza”, aseguró.

Patricia Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, refirió que si bien cuando entró el gobierno de Enrique Peña Nieto no contábamos con las reformas estructurales como la fiscal, debido al contexto internacional con la crisis de los petroprecios y la depreciación del tipo de cambio, ve imposible que las modificaciones en materia energética, financiera y laboral den frutos en lo que resta del sexenio porque fueron aprobadas en otro escenario.

Lo bueno. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en 2012 el padrón de contribuyentes activos tenía registrados a 38.5 millones de causantes. A junio de 2015 aumentó a 49.6 millones contribuyentes.

Lo anterior, junto con los cambios al esquema tributario que incluyeron el aumento en el impuesto sobre la renta, permitió que la recaudación se sostenga un poco más respecto a los mismos niveles de hace tres años, aún a pesar de que desapareció el IETU y el IDE, que daban ingresos de alrededor de más de 4 mil millones de pesos.

En cambio, los nuevos impuestos especiales a los refrescos y a la comida chatarra que surgieron en la presente administración, generan recursos por casi 22 mil millones de pesos.

Lo malo. Otro componente que está creciendo es la deuda.

En 2012 la deuda pública tenía un saldo de 5 billones 352 mil 794 millones de pesos, cifra equivalente a 411 mil 433 millones de dólares.

Al cierre de julio, la deuda se colocó en 7 billones 633 mil 24 millones de pesos, es decir, aproximadamente 470 mil 767 millones de dólares.

Con relación a ello, el déficit de las finanzas públicas no se ha reducido, como se había prometido desde el gobierno anterior.

Cabe resaltar que en el año 2012, el saldo negativo era de 403 mil 209 millones de pesos frente a los 375 mil 442 millones de pesos en que se ubica a sólo cinco meses de que termine el presente año.

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