A pesar del menor dinamismo económico que generó la reforma hacendaria sobre el país en los primeros meses del año, es imperativo que la recaudación tributaria se fortalezca, aseguró el Jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez.

Por un lado, explicó que es necesario que se robustezca la capacidad financiera del Estado para que cumpla con las obligaciones de bienestar de la sociedad y, por el otro, para depender en menor medida de la producción petrolera que ha mostrado un declive.

En entrevista con EL UNIVERSAL, reconoció el diálogo franco y abierto que mantienen las autoridades hacendarias con el sector empresarial del país; sin embargo, dejó en claro que, pese a las demandas para que se revise el esquema fiscal vigente, no habrá cambios en lo que resta del sexenio a fin de darles certeza para sus planes de inversión de aquí a 2018.

El responsable del órgano recaudador del país reconoció que el uso de herramientas tecnológicas ha permitido hacer más eficientes los actos de fiscalización, lo cual también ha sido a favor de las arcas hacendarias.

El funcionario comentó que a través de las nuevas facultades, hay contribuyentes que antes no pagaban sus obligaciones fiscales y ahora sí lo hacen.

Además, destacó que hoy el padrón de contribuyentes es significativamente mayor al de diciembre de 2012, cuando tomó el cargo al frente del SAT

¿Cuál es el balance fiscal que se tiene en este primer semestre del año. Hay una buena recaudación pero parece que fue a costa del crecimiento económico?

Las cifras registran una recaudación tributaria en estos primeros meses de 2014 favorable con la del año pasado. Incluso vemos un incremento en el ISR, el IVA y el IEPS por encima de lo programado en la Ley de Ingresos 2014. Los contribuyentes han cumplido y hay algunos que están pagando que antes no lo hacían y esto porque tenemos muchas herramientas y estrategias nuevas.

Sí tenemos crecimiento económico en el país, aunque no el deseado, pero esperamos que haya una recuperación desde el segundo, tercero y cuarto trimestres que se note en beneficio de las familias mexicanas.

¿Ha valido la pena una mayor recaudación, mientras el crecimiento es menor al esperado?

Incrementar los ingresos públicos del Estado mexicano es un imperativo por las demandas sociales que tiene el país. Hay 27 millones de personas menores de 15 años que están en educación básica como el preescolar, primaria, secundaria y estamos obligados a ofrecerles educación gratuita. Otros 60 millones no tienen acceso a las instituciones de seguridad social y hay que ofrecerles los servicios de salud, y así otras necesidades como vivienda, mejores condiciones, seguridad con el ánimo de ofrecer mejores niveles de vida.

Son tres los factores que desaceleraron la economía. El más importante fue el menor dinamismo que registró nuestro principal socio comercial; en segundo lugar, el impacto se dio por algunos impuestos que provocaron una afectación en el consumo y, tercero, fue la disminución de la producción petrolera.

Este tema es importante, debido a que desde hace años ya no se produce lo de antes, lo que también hace imperativo que la recaudación tributaria se fortalezca para depender menos del petróleo.

El CEESP reveló que más de 8 mil patrones dejaron de estar inscritos en el IMSS y una explicación es la carga fiscal que ha provocado en sus negocios la reforma.

El IMSS tendrá una cifra sobre el comportamiento de patrones, pero nosotros tenemos otra sobre personas físicas y morales. En diciembre de 2012, cuando entró la nueva administración teníamos un padrón de contribuyentes de 38 millones. Para diciembre de 2013 la cifra ascendió a 41.6 millones y al primer trimestre de este año ya traemos 43 millones. Tan solo en el Régimen de Incorporación Fiscal migramos de manera automática a 3.6 millones de contribuyentes que estaban en Repecos y con los que se agregaron por primera vez ya son 4.2 millones de 4.6 millones que es nuestro segmento objetivo, así que tenemos más personas en el padrón.

¿Vale la pena casarse con una reforma fiscal y no revisar aquello que, como dice el sector empresarial, no funciona en pos de dar incentivos a la inversión, generación de empleos y el crecimiento económico?

Reconozco un diálogo abierto, franco y pleno entre el sector privado y las autoridades fiscales lo cual nos ha permitido aclarar muchas cosas y que se dé una retroalimentación muy positiva.

El sector empresarial sabe escuchar, dialogar y hacer planteamientos propositivos, pero todos estamos comprometidos a que debemos mirar hacia delante.

El Acuerdo de Certidumbre Tributaria busca que los actores económicos encuentren reglas claras y estables y que sepan que las reglas fiscales no se modificarán en lo que resta de la administración.

Al ofrecer la certeza que de aquí a 2018 no habrá cambios, debe permitir al sector empresarial ponderar y planear sus decisiones de inversión y no estar sujetos a que en uno o dos años las reglas del juego cambien.

¿Qué responde a esta crítica sobre el retraso para hacer las devoluciones del IVA y las posibles afectaciones que esto pudiera derivar en el flujo de las empresas?

En primera esto no es a todas las empresas. Tenemos en proceso de revisión 16 mil solicitudes de devolución y el importe asociado a las mismas es de 38 mil millones de pesos. Si revisamos cuántas solicitudes nos llegan por mes son 20 mil en promedio y lo que importan son 30 mil millones de pesos, entonces nuestro inventario es casi equivalente a la de un mes, así que ni son todas las empresas ni afectamos su flujo.

Además, hay que informar que sólo son tres segmentos los generadores naturales de saldos a favor por la dinámica o mecánica a la que son sujetos al IVA, entonces sólo son los que exportan, los que venden alimentos o medicinias y los que llevan a cabo inversiones.

¿Los actos de fiscalización qué tan importantes han sido para su tarea recaudatoria?

Las herramientas tecnológicas son un gran apoyo, además de que tenemos estrategias fiscales más asertivas para identificar a los contribuyentes que omiten la declaración o pago de impuestos, así que el poder hacer cruces de cuánto declaran y cuánto ganan y con ello dirigir los actos de fiscalización nos ha servido mucho. Hoy estamos privilegiando menos actos, pero más asertivos y con un mayor efecto multiplicador y una mayor efectividad.

¿Cuánto han logrado recaudar por aquellos que nunca pagaban impuestos y ahora sí lo hacen?

Podemos ver una recaudación atípica de 5 mil 800 millones de pesos de contribuyentes que tienen adeudos firmes o exigibles o que, aun cuando no tenían adeudos no estaban localizados. Sobre todo estos últimos, los que teníamos como no localizados, hemos obtenido mil 900 millones. También sobre aquellos que fueron sujetos a una condonación obtuvimos mil millones de pesos por una amnistía de 250 millones, una recaudación de 4 a 1. Y hay que decir que estas medidas no tenían un fin recaudatorio, sino sólo advertir a terceros de buena fe que tuvieran cautela de celebrar contratos con personas que pueden representar riesgos para sus negocios.

¿Ya están preparados para atender las nuevas disposiciones de la contabilidad electrónica y el buzón tributario, parece que hay algunos que se resisten al cambio?

Reconocemos que hay algunos contribuyentes que manifiestan una resistencia natural a las nuevas tecnologías, pero no es la mayoría. A partir de este 1 de julio las personas morales tendrán que utilizar estos mecanismos, estamos preparados y la tecnología es una tendencia irreversible.

¿Qué le van a ofrecer a los contribuyentes cumplidos que sí han hecho su tarea, a pesar de que la economía crece menor a lo esperado?

La acción que tendrá la autoridad fiscal para los cumplidos es actuar con firmeza contra los que no cumplen. La obligación de no contribuir no es potestativa. Todos deben pagar impuestos como principio de generalidad, progresividad y equidad y, en ese sentido, quien no contribuye será sujeto del marco sancionatorio que marca la ley, así que en ese sentido seremos recíprocos con quienes si pagan impuestos.

¿Ha sido siempre así o en sus inicios el dinero era más importante como motivación?

No, por supuesto que no. Al revés. Mire, la casa de mis padres es mejor que la que yo tengo, con mucho. Más grande, más espaciosa, más valiosa. Cuando uno busca lo material, va por el camino equivocado.

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