A partir de este viernes cualquier persona o empresa puede importar sin ningún tipo de restricción (salvo el de contar con el permiso correspondiente) gasolina y diesel.

La apertura a las compras externas de petrolíferos representa el fin del monopolio que ejerció Petróleos Mexicanos (Pemex), que hasta el 31 de marzo, era el único ente del sector que tenía delegada en exclusividad la facultad de salir a los mercados externos para comprar estos combustibles.

Todavía este año, la empresa productiva de Estado tiene previsto, de acuerdo con su Programa Operativo Anual 2016, importar 135.4 mil barriles diarios de diesel de ultra bajo contenido de azufre (UBA, 15 partes por millón); 15.9 mil barriles diarios de gasolina tipo Premium; 109.7 mil barriles de Premium de UBA (30 partes por millón); 90.9 mil barriles de gasolina Regular (similar a la Magna en Estados Unidos), y 164.6 mil barriles diarios más de Regular UBA.

Con precios que originalmente se pensaba que podían oscilar entre 78.97 y 71.96 dólares por barril, el mercado de la importación de gasolinas y diesel que Pemex manejaría sólo hasta este viernes tiene un costo de 14 mil millones de dólares anuales.

Con la apertura, los privados tienen al menos dos opciones para colocar los combustibles de importación, señalaron empresarios gasolineros.

Cubriendo parte del volumen que Pemex importa y que suma alrededor de 381.1 mil barriles diarios o sustituir parte la producción nacional de la empresa productiva de Estado, estimada para este año en 396.5 mil barriles diarios (256.3 mil barriles por día de Magna Sin, 111 mil barriles de Magna UBA y 29.2 mil barriles diarios de Premium) con importaciones.

En ambos casos, es previsible que las importaciones se incrementen, señaló Pablo González presidente de la Asociación Mexicana de Emprearios Gasolineros (Amegas).

Actualmente, las compras externas de combustibles automotores promedian 424.4 mil barriles diarios (dato del periodo enero-febrero de 2016), lo que significa que por cada 10 litros de gasolina que consumen los mexicanos, 5.4 litros vienen del exterior.

La propia Secretaría de Energía (Sener) plantea en su Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2015-2029, documento que incorpora los cambios en el sector por la reforma energética, que “la perspectiva es que la demanda de gasolinas permanezca en niveles superiores a la oferta interna, e incluso que el diferencial entre ambas crezca. Lo anterior trae como consecuencia un aumento en las importaciones de este combustible. En el periodo 2014–2029 se espera que el déficit pase de 370 mil barriles diarios (47.5% de la demanda interna en 2014) a 514.7 (44.9% de la demanda interna), lo que representa un aumento de 39.1% al final del periodo”.

Algo similar va a pasar con el diesel, pues según la Sener “durante todo el periodo 2014-2029 se presenta un déficit en la oferta interna, por lo que se tiene que cubrir el faltante con producto de importación. Las importaciones de este petrolífero se prevé que crezcan 39.7%”.

Sin embargo, hasta ahora la Comisión Reguladora de Energía (CRE) no ha dado a conocer el número de permisos otorgados, en proceso ni los nombres de las empresas interesadas en importar gasolinas.

El presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), José Ángel García Elizondo, reveló que hay empresas petroleras multinacionales que han estado negociando con empresarios o agrupaciones de gasolineros.

“Sabemos que son al menos 10 empresas que estarían llegando al sector de la expendio de combustibles, dispuestas a abastecer a sus socios con gasolinas importadas”.

“Importación, lo más barato”. Una de ellas es Gulf, empresa estadounidense pionera en el manejo de gasolineras en el mundo y que busca asociarse con dueños de estaciones de servicio que actualmente operan bajo la Franquicia Pemex.

Sergio de la Vega, director de Gulf México, comentó que para abastecer las necesidad de sus posibles 2 mil socios, ellos prevén “importar gasolina de Texas”.

Con todo, la importación de combustibles parece ser una opción más barata que producirla en México, explicó el analista George Baker.

El experto opinó que basta con ver los precios a los que se distribuye la gasolina en México y el precio en Estados Unidos, el principal mercado de donde se traen petrolíferos, para “pensar que la estrategia de las compras externas puede durar hasta que los precios no suban abruptamente”.

Datos del Departamento de Energía de Estados Unidos señalan que al 28 de marzo el precio de la gasolina tipo Regular se vende en 9.60 pesos por litro (al tipo de cambio actual) y el diesel en 9.91 pesos.

En México, el precio vigente de la gasolina Magna (similar a la Regular estadounidense) es de 13.16 pesos por litro, mientras que el diesel se comercializa en 13.77 pesos.

En ambos casos, los combustibles automotores son más caros en México “y la pregunta es ¿si se empieza a inundar el mercado nacional con gasolina importada, los precios van a bajar?” comentó Baker. Otro problema que se puede agravar es la dependencia del mercado con el exterior.

Por lo pronto, México se convirtió en el principal cliente de los refinadores que operan en Estados Unidos.

De los 574 mil barriles diarios que exporta el mercado estadounidense, México compra 304 mil barriles, más de mitad de lo que sale de ese país.

Por lo pronto, empresas y autoridades buscan resolver la falta de infraestructura tanto de transporte como de almacenamiento para los petrolíferos que quieran importar, tomando en cuenta que sólo Pemex dispone de este tipo de instalaciones.

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